Paseamos hoy por el barrio de San Gregorio, en concreto con la zona que nos lleva entre el sector del Parque Franchy Roca y el de Arauz, donde vamos en busca de la calle Maestra Chanita Ruiz, encontrando su inicio en la calle Pedro Santi Esteban, desde donde con orientación Sur-Norte y, tras recorrer unos 210 metros, aproximadamente, va a finalizar en la calle Los Suárez.
Tiene paralela al Poniente la calle Oriente y al Naciente la calle Obispo Verdugo.
Esta nominación fue aprobada por el Ayuntamiento en Pleno, en sesión celebrada el día 15 de diciembre de 1993, pasando desde entonces forma parte del Callejero Municipal del distrito 2º, sección 3ª del Censo Municipal de Habitantes y Edificios.
Es ésta una zona antigua del barrio de San Gregorio, encontrando en la misma edificaciones de algo más de un siglo, edificaciones que nos hablan de la expansión y remodelación urbanística del barrio a finales del siglo XIX, si bien existen también nuevas edificaciones de viviendas comunales.
Sinopsis de la nominación
Doña Sebastiana Ruiz, nació en la Ciudad de Telde en el año 1914 y fue alumna de las también recordadas docentes Doña María Encarnación Navarro y Doña Isabel Casañas.
Posteriormente, una vez finalizados los Estudios Primarios, cursó el Bachiller en el centro del Profesor Don Francisco Cruz, para una vez terminados éstos, realizar en Las Palmas de Gran Canaria los Estudios de Magisterio.
Una vez finalizada la Guerra Civil Española, funda la primera Escuela Mixta, de ámbito particular en su propio domicilio situado en la entonces calle Pedro de Vera (hoy calle Juan Vega Yedra).
Esta decisión de la Escuela Mixta, fue algo incomprensible para la gente de la época, en la que era poco menos que obligada la separación de los sexos entre los alumnos en el sistema de enseñanza oficial.
Tal vez fue una determinación avanzada a su tiempo en el afán de lucha por la igualdad de oportunidades entre los dos sexos, a los que siempre consideró sanamente como elementos esenciales para conformar una sociedad digna y culta.
Fue una persona de carácter bondadoso y muy paciente, a la cual su alumnado y los vecinos en general apreciaban sobremanera, refiriéndose a ella con el sobrenombre de “Maestra Chanita Ruiz”, como una muestra de familiaridad y cariñosa consideración.
Con el paso del tiempo y dentro de la Enseñanza Oficial, ejerció el magisterio en los Colegios Públicos de Marpequeña y más tarde, hasta su jubilación, en el Colegio Público Poeta Fernando González.
Doña Sebastiana Ruiz, nuestra “Maestra Chanita Ruiz”, falleció a mediados de la década de 1980, dejando tras de sí un hermoso y grato recuerdo de cariño y respeto.
Toponimia del lugar
La toponimia “San Gregorio”, data desde 1866, año en el que se finalizan las obras de construcción del templo neoclásico actual, que mediante proyecto del arquitecto Diego Nicolás Eduardo, se fue realizando paulatinamente durante casi 90 años. Una vez ultimada la construcción del templo, se adopta como patrono del mismo a San Gregorio Taumaturgo, bajo cuya advocación se pone éste.
El templo de Los Llanos, ocupa el mismo solar que anteriormente ocupara la ermita que mandara construir Alonso Rodríguez de Palencia o Palenzuela, tras finalizar la conquista de la isla en los inicios del siglo XVI. Más tarde en la segunda década del siglo XVII se ha de reconstruir la misma por ofrecer amenaza de ruina, ampliándose la capacidad de la primera, pero ambas orientadas de Norte a Sur. Estas ermitas estuvieron bajo la advocación de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Con el cambio de la toponimia de “San Gregorio”, empieza a caer en desuso la de “Los Llanos”, que fue el primer nombre que tomó el barrio de “arriba” o “Los Llanos de Jaraquemada”, por tener allí tierras y un ingenio de moler caña de azúcar Gonzalo de Jaraquemada, quien lo adquirió a Alonso Rodríguez de Palencia o Palenzuela.
Arauz, es una antroponimia que ha llegado así a nuestros días, de forma algo alterada o transformada, es la antroponimia con la que se conocía un sector de La Barranquera, que comprendía entre el Parque Franchy Roca y el Barranco de Las Bachilleras, al Norte y Sur, respectivamente. Por el Poniente le delimitaba la antigua Carretera al Sur –hoy calle Doctor Melián Rodríguez- y la Carretera que conduce al barrio del Caracol por la parte del Naciente.
Esta antroponimia hace alusión a la persona de Don Juan de Araus o Araoz, quien fue escribano de esta Ciudad en el año 1507, el cual era propietario de una gran finca en el sector. Posteriormente vendió la misma a Don Francisco de Carrión, quien años después la subdividió entre varios propietarios.
Desde principios del siglo XVIII y hasta finales del siglo XIX, existió en el lugar la llamada “Plaza de Araus”, que no era si no una explanada donde se celebraba semanalmente un mercado en el que se trataba la venta de productos agrícolas o de ganado y al que acudían personas de diferentes puntos de la isla. Luego los “fielatos” marcaron el principio de su final.
El paso del tiempo dicen que cura cualquier herida o cambia las cosas, y es una gran verdad. La nominación de “Plaza de Araus” se traslada en las primeras décadas del siglo XX a otra explanada situada al Norte de la primigenia.
Pero ya entonces, la vida que movía el mercado que existiera en la zona se había trasladado a la Plaza de Los Llanos (Plaza de San Gregorio), con mayor auge una vez abolidos los “fielatos”, convirtiéndose en el motor socio-económico del municipio y generando la instalación de una gran variedad de comercios y establecimientos.
Posteriormente aquella “Plaza de Araus” se construye como tal y se plantan árboles, siendo nominada en la época de la II República, como Plaza Franchy Roca, en honor del político grancanario.
Más tarde durante el período de la Dictadura Franquista, esta nominación es cambiada por la de “Plaza de León y Joven”, para posteriormente, hace tan sólo unos 25 años volver a nominarse como “Plaza Franchy Roca”, por la primera Corporación Municipal de nuestro actual Estado Democrático.
Efemérides
Un día tal como hoy, hace ahora mismo 178 años, es decir el 6 de noviembre de 1826, se inicia un fuerte temporal que afectó a las Islas Canarias, temporal que duró tres días. Posteriormente se ha verificado que este suceso puede calificarse como un ciclón tropical y, puesto que en la época del evento a las diferentes tormentas se las denominaba con el nombre de un santoral, se pasó a denominar como el huracán o tormenta de San Florencio. El viento y el agua atacaron con gran virulencia el Valle de La Orotava, así como otras localidades de Tenerife y Gran Canaria. Según las crónicas se llevó la vida de 253 personas, cientos de animales y dejó pérdidas por valor de 350.000 libras esterlinas de la época. En el año 2010 se publicó en la revista científica sueca Geografiska Annaler Series A- Phisical Geography un artículo en el que se considera a este temporal como el peor evento meteorológico de la historia del archipiélago canario.
Según este estudio, solamente en la isla de Tenerife, fueron destruidas más de 600 casas de particulares. A ello se suman los daños causados en los montes de las islas, en la agricultura, con pérdidas de suelo que pudieron superar el 30 % en algunas áreas, y en cabezas de ganado de todo tipo. En dicho temporal desapareció la talla original de la Virgen de Candelaria, la Patrona de Canarias. En mencionado artículo, se reconstruye una tormenta tropical devastadora acaecida en Tenerife entre el 6 y 9 de noviembre de 1826, de características similares a la tormenta Delta de 2005.El estudio revisa los daños causados, especialmente las pérdidas humanas, dada la disparidad de cifras que históricamente se han barajado. El Barranco Guiniguada se desbordó e inundó las viviendas de las calles adyacentes, así como, templos y edificios nobles que vieron hundir sus techumbres. Diversas embarcaciones se hundieron ante la violencia de las olas.
Hoy se cumplen precisamente 39 años, de aquel 6 de noviembre de 1975, se inicia por el gobierno de Marruecos la denominada “La Marcha Verde”, que no fue otra cosa que un intento de ocupar el territorio de lo que en aquel momento era el Sáhara Español Marruecos envió a unos 350.000 ciudadanos y 25.000 soldados para invadir el por entonces territorio español, de modo que apoyasen y legitimasen la anexión, organizada por el rey Hassán II, durante la crisis política de España en los últimos meses del franquismo. Todo vino a raíz de la resolución 3458 B del 10 de diciembre de 1975 de las Naciones Unidas, que ratificaba los planes de la ONU del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. El rey Hassán autorizó la marcha por la parte norte del Sáhara Occidental como medida de presión nacional e internacional sobre España, además de desplegar por la parte sur diversas acciones militares.
El ejército español minó y señaló claramente la zona fronteriza a la que se dirigía la marcha, desplegándose a continuación inmediatamente detrás. Hasta que no se produjeron los Acuerdos de Madrid, la Marcha Verde permaneció estacionada a unos cientos de metros de los campos de minas, controlada por la policía marroquí que se empleaba contundentemente cuando movimientos espontáneos de civiles se dirigían hacia las tropas españolas. Una semana después y en medio de la agonía del general Franco, con los acuerdos tripartitos de Madrid, cedía la administración del tercio sur del territorio saharaui a Mauritania y los dos tercios septentrionales a Marruecos. La operación fue vendida a la opinión pública europea, que seguía los medios de comunicación de la época, como una invasión pacífica de pobladores autóctonos (que diferían bastante en usos, ritos y costumbres con los naturales), a pesar de que paralelamente y más al este se producía la invasión militar del territorio
Cuando analizas ciertas situaciones que en su momento has vivido de forma despreocupada o inconscientemente, ya fuera por la corta edad o por no estar tan cerca de ellas, cuando pasa el tiempo y observas cada uno de los detalles que en su momento supusieron la conformación de las mismas, es cuando precisamente piensas que aun considerándote el último de la fila, alguien abandonado por todos y sin consideración social alguna, sin recuerdos ni esperanza de goce, aun así, quieres vivir.
Porque hay quienes no fueron considerados en su momento por su verdadera valía e incluso, fueron perseguidos, criticados y apartados del gremio al que pertenecían, pero con el paso del tiempo, las circunstancias cambian los roles de la vida y lo que antes eran una aberración producto de unos pocos locos, hoy es algo oficial, algo que se han sacado de la manga los politiquillos de turno, cuando en verdad hubieron otros adelantados que ya lo habían practicado extraoficialmente.
Hubieron quienes no se abandonaron al dolor sin resistir y diariamente mediante la persistencia, se alejaron de un fácil suicidio profesional para acabar con el sufrimiento y, prefirieron no abandonar el campo de batalla cotidiano y luchando a cada paso en la vida, con constancia, con entereza y convicción. Y es que pude ser un héroe tanto el vencedor como el vencido, pero nunca lo será quien abandona el combate o el campo de batalla.
Esa fue tal vez la lucha que emprendieron personajes de la docencia como nuestra “Maestra Chanita Ruiz” con la creación de las Escuelas Mixtas, donde los alumnos de ambos sexos compartían la docencia por igual, tratando sigilosamente una lucha de igualdad de oportunidades que hoy se vende como algo novedoso.
Algo similar fue la fundación de nuestro querido Instituto Laboral Técnico, donde los jóvenes además de las Ciencias o las Humanidades, también tratábamos la Tecnología, la Agricultura o la Ganadería, fue adelantarse unas cuantas décadas a los futuros Centro de Formación Profesional, para los cuales también aparecieron posteriormente unos padrinos pletóricos de inteligencia aferrados al oportunismo evolutivo.
Una consideración muy reservada nos merece la venta que en su momento hizo el gobierno Español del territorio saharaui y de su población, por aquel entonces españoles de pleno derecho, a los cuales entregaron cobardemente en manos del gobierno marroquí, provocando una resistencia suicida como la que viene ejerciendo durante algo más de tres décadas el “Frente Polisario”, en defensa de sus derechos a la independencia a la que tienen plenamente derecho. Otra de las tantas gracias de la “madre patria” y los quijotes que la gobiernan.
Dejamos aquí hoy nuestro paseo, guardamos en nuestra gena todo lo positivo que hayamos podido tratar y, emprendemos una nueva caminata con rumbo hacia el Naciente, nos vamos al barrio de El Calero, donde visitaremos la calle Maestro Nacional, con el fin de saber algo más del lugar de su ubicación y sobre este profesional de la docencia, pero bueno… eso será en la próxima ocasión, si Dios quiere, allí nos vemos. Cuídense mientras tanto.
Sansofé.
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