
La Plataforma por un Litoral Limpio ha convocado para este sábado una cadena humana reivindicativa en la playa de Salinetas, en Telde, tras verse obligada a aplazar la movilización prevista inicialmente para el pasado 13 de diciembre debido a la previsión de fenómenos meteorológicos adversos asociados a la borrasca Emilia. La protesta se desarrollará a partir de las 11.00 horas a lo largo del paseo marítimo de esta playa.
La acción tiene como objetivo principal exigir la retirada de las jaulas marinas instaladas frente a la costa teldense, a las que colectivos vecinales y organizaciones ecologistas señalan como responsables directas de los episodios de contaminación marina que han obligado al cierre durante semanas de varias calas del municipio. La plataforma defiende que estas instalaciones son incompatibles con un modelo de litoral sostenible, con la protección del medio marino y con el uso público y seguro de las playas.
Según la convocatoria avanzada por TELDEACTUALIDAD días atrás, la cadena humana recorrerá buena parte del paseo marítimo de Salinetas y se espera la participación de cientos de personas. Los organizadores animan a la ciudadanía a acudir con pancartas reivindicativas y camisetas negras, como símbolo de luto por el estado del litoral. La movilización se plantea como pacífica, abierta y transversal, con el objetivo de mantener la presión ciudadana sobre las administraciones públicas.
Antecedentes y contexto ambiental
La Plataforma recuerda que el pasado 16 de noviembre ya se celebró una protesta multitudinaria entre Melenara y Salinetas, tras un grave episodio de contaminación por restos de pienso y peces.
A este escenario se suma ahora la información publicada por Canarias7, que revela graves irregularidades en el emisario submarino del barranco de Silva, con vertidos no autorizados al mar, presencia de sustancias contaminantes prohibidas y un sistema de depuración que incumple la normativa vigente, según una inspección de la Dirección General de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias.
Vertidos no autorizados al mar
Según la información publicada por Canarias7, una inspección ambiental realizada el pasado 15 de octubre por la Dirección General de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático del Gobierno de Canarias constató que la conducción de desagüe del emisario de Silva no se ajusta a la autorización vigente. El acta recoge que el emisario, autorizado únicamente para verter aguas residuales urbanas depuradas procedentes de la EDAR de Ojos de Garza, está vertiendo efluentes no autorizados y conectados a la depuradora de Silva, una instalación que no está diseñada para tratar contaminantes industriales.
En los análisis de vertido correspondientes a 2024 y en una inspección previa de noviembre de 2023, se detectó la presencia de níquel disuelto, selenio disuelto, zinc disuelto, clorpirifós y terbutilazina, sustancias prohibidas por la autorización de vertido al mar. Estas irregularidades coinciden en el tiempo con episodios de contaminación marina y cierres de playas en el litoral de Telde.
Incumplimientos técnicos graves
El acta de inspección también señala que el emisario carece del tramo difusor final de 36 metros contemplado en la autorización, disponiendo únicamente de una boca de descarga única, lo que agrava el impacto del vertido en el medio marino. Además, se constata que no se realizan todos los análisis mensuales obligatorios ni se garantiza la ausencia de sustancias prioritarias en el efluente.
En cuanto al funcionamiento de la EDAR de Silva, el informe es contundente: la instalación no cuenta con tratamiento secundario, incumple la normativa de aguas residuales urbanas y presenta desviaciones extremadamente elevadas en parámetros clave de contaminación. Para la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), la desviación alcanza el 3.100%; en la Demanda Química de Oxígeno (DQO), el 2.277%; y en Sólidos en Suspensión (SS), el 1.823%, cifras que evidencian, según los colectivos, un riesgo severo para la vida marina y la calidad del agua.
Relación con la mortalidad de peces
Cinco días antes de la inspección, personal de la instalación acuícola cercana, Aquanaria, detectó un vertido visible, de color blanquecino y olor químico intenso en las inmediaciones de la boca del emisario. Ese episodio coincidió con una mortalidad anómala de peces en varios viveros en fase avanzada de crecimiento, sin causas internas que lo justificaran, lo que supuso pérdidas económicas de especial gravedad, según recoge el acta.
Estos datos refuerzan, a juicio de los colectivos convocantes, la necesidad de actuar de forma inmediata y coordinada para frenar el deterioro ambiental de la costa de Telde y depurar responsabilidades, tanto en el ámbito de las jaulas marinas como en el de los vertidos de aguas residuales.























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