Telde, una ciudad que acompaña

En esta Nochebuena quiero detenerme un instante para mirar a nuestra ciudad con el corazón. La Navidad no es solo una fecha en el calendario; es un tiempo para reconocernos, para cuidarnos y para recordar que nadie camina solo cuando existe una comunidad que se acompaña.

 

 

Este año, Telde ha demostrado algo muy poderoso: que es una ciudad con alma. A través del programa Navidades con Corazón – Telde te Acompaña, más de 200 personas voluntarias han regalado lo más valioso que tenemos: su tiempo, su escucha y su cariño. Gracias a ellas, muchas personas mayores y grandes dependientes no han pasado estas fechas en soledad, y lo más hermoso es que esos vínculos creados no terminan hoy, sino que continuarán más allá de la Navidad. Han sido momentos profundamente emotivos que nos recuerdan que la humanidad sigue siendo nuestro mayor valor.

 

 

También estamos viviendo la Navidad más inclusiva de nuestra historia. Una Navidad pensada para todos y todas. Para quienes disfrutan del bullicio, y también para quienes necesitan calma. Para los niños y niñas con autismo, para las personas con hipersensibilidad, para quienes no pueden salir de casa por motivos de salud. Hemos aprendido que incluir no es restar, sino sumar; que adaptar no es limitar, sino abrir puertas.

 

 

Papá Noel recorriendo todos los barrios, tramos sin ruidos, cine inclusivo, recepciones adaptadas de los Reyes Magos, visitas a domicilio… Todo ello nace de una idea sencilla pero firme: escuchar a la calle y responder con hechos. Abrir las puertas del Ayuntamiento sin barreras, sin distancia, sin excusas.

 

 

Quiero tener un recuerdo especial para quienes estas fechas les pesan más que les brillan. Para quienes atraviesan momentos difíciles, para quienes echan de menos, para quienes luchan en silencio. Esta ciudad está con ustedes. Siempre.

 

 

La Navidad nos invita a seguir avanzando juntos, a no perder la empatía, a creer que una ciudad mejor se construye desde lo pequeño: una llamada, una visita, un gesto, una mano tendida.

 

Gracias, Telde, por ser una ciudad que siente, que cuida y que no deja atrás a nadie.

 

Con todo mi afecto,

Feliz Navidad.