La borrasca Emilia se despidió de Gran Canaria dejando un regalo inesperado: un manto de nieve en las cotas más altas de la isla. Tras un sábado de viento, lluvia intensa y numerosas incidencias, la segunda jornada del temporal fue más benévola, aunque mantuvo la inestabilidad y complicó la circulación en las carreteras de montaña.
Las precipitaciones en forma de nieve se concentraron en la Cumbre Central, especialmente en las zonas más altas. Aunque durante la mañana del domingo aún se mantenían amplias alfombras blancas en puntos como Llanos de la Pez o el entorno del restaurante La Cumbre, los espesores más notables se registraron entre la Cruz de Los Llanos y el Pico del Pozo de las Nieves, a lo largo de la GC-134, así como en los márgenes superiores de la GC-130, vía de acceso desde Telde que discurre junto a la Caldera de Los Marteles.
El Cabildo de Gran Canaria confirmó que la nevada fue intensa pero localizada en cotas altas, lo que permitió que la mayor parte de los accesos permanecieran controlados, aunque con restricciones puntuales por hielo, acumulación de nieve y desprendimientos.
TELDEACTUALIDAD publica un reportaje gráfico exclusivo del colaborador Antonio Alí, que captó la transformación invernal del paisaje insular, mostrando una Cumbre espectacular y poco habitual para estas fechas.
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