
El barranco de Telde ha amanecido este lunes con una imagen que vecinos califican de “deprimente” y “dantesca”. Tras el paso de la borrasca Emilia, residentes que transitaron por la zona alertan de que el paso bajo el puente de la GC-1 es prácticamente imposible debido a la enorme acumulación de sacos de escombros y vertidos dispersos por el cauce.
Según explican, el corredor paisajístico que acompaña este tramo del barranco —una zona frecuentada para caminar o circular entre barrios— presenta un notable incremento de residuos, desde restos de obras hasta bolsas, plásticos y materiales depositados de forma ilegal. La situación, aseguran, ha empeorado de manera visible en los últimos días.
Los vecinos trasladan su preocupación por el deterioro ambiental del entorno y por el riesgo que supone la presencia de escombros en un cauce que canaliza agua en episodios de lluvia intensa. Reclaman al Ayuntamiento de Telde y al Cabildo de Gran Canaria una intervención urgente de limpieza, mayor vigilancia y medidas efectivas para frenar los vertidos indiscriminados que, insisten, llevan tiempo agravándose.
“Es imposible pasar bajo el puente. El barranco está lleno de sacos, del cauce a la orilla. Da pena verlo”, lamentan los residentes que han dado aviso al periódico.




























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