La calle Costa Rica, en pleno corazón del sector de El Cascajo de San Gregorio, volvió a encender su propia constelación este sábado, transformándose una vez más en uno de los rincones navideños más especiales de Telde. Desde primeras horas de la noche, las fachadas comenzaron a despertar entre destellos de colores, como si cada bombilla sumara un latido más al espíritu festivo que desde 2021 impulsa a casi una veintena de residentes.
Lo que nació en 2018 como el sueño luminoso de un solo vecino se ha convertido hoy en una tradición profundamente arraigada. Cada diciembre, nuevos hogares se suman al ritual de decorar balcones, puertas y ventanas, tejiendo una estampa que parece salida de un cuento navideño. La calle, estrecha y cotidiana el resto del año, se convierte durante estas semanas en un corredor de magia que sorprende a quienes la recorren.
El momento del encendido, celebrado este sábado al caer la noche, fue recibido con aplausos, abrazos y miradas cómplices entre quienes llevan años sosteniendo esta iniciativa. La velada concluyó, como ya es costumbre, con un brindis vecinal, sencillo pero cargado de significado: una celebración de la convivencia, del trabajo colectivo y de la alegría compartida.
Con cada año que pasa, la tradición crece y se consolida, reforzando los lazos entre vecinos y regalando a San Gregorio un paisaje navideño que ilumina no solo las fachadas, sino también la identidad comunitaria de esta zona de Telde.
Galería de fotos del encendido navideño en la calle de Costa Rica
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