
Jinámar amaneció este sábado envuelto en un sonido casi ritual: el borboteo del potaje de berros que, desde primera hora, cocinaban a fuego lento los vecinos del Patronato de Fiestas en el solar junto a la iglesia. Ese aroma, mezcla de campo, hogar y memoria, fue la antesala perfecta para una jornada que volvió a demostrar que estas fiestas no se celebran: se sienten.
Un potaje para los caminos del alma
Mientras los berros, judías y verduras de la huerta local se fundían en el caldero, también lo hacía la comunidad. Más de 300 raciones esperan esta noche a los peregrinos que llegarán, cansados pero emocionados, desde San Juan y Marzagán para ofrecer sus oraciones a la Concepción. El potaje es tradición, pero también premio: calor en el cuerpo y abrazo en el espíritu.
El pueblo convertido en escenario vivo
La antigua carretera de Jinámar se transformó en una feria popular con artesanía, plantas, frutas, caña dulce y productos del país. Niños y mayores disfrutaron de exhibiciones de lucha canaria y del juego del palo en plena calle, un recordatorio de que el folclore no se conserva: se practica. También hubo una exposición de coches antiguos.
Leche con gofio, la otra oración
A las 10.00 horas comenzó la degustación de leche fresca con gofio. Bastaron pocos minutos para que la fila creciera y creciera. Es un gesto sencillo: un puño de gofio, un sorbo de leche. Y, sin embargo, en Jinámar es casi un acto de fe.
11.30 a 12.00 horas: folclore y lucha infantil
En este tramo de la mañana, la programación incluyó actuaciones de A.F. Tajea y Torna y una sesión de lucha canaria infantil, acercando a los más pequeños al deporte vernáculo.
18.30 horas: peregrinación del Día del Peregrino
Ya por la tarde, Jinámar celebrará una de las actividades más esperadas: la peregrinación con la participación de las agrupaciones Roque Azucarero, Los Goretres de Lourdes, Las Majoreras y la Escuela Municipal de Folclore de Telde.
El recorrido partirá como cada año desde la plaza del conjunto histórico San Juan, siguiendo la GC-100 hasta la iglesia, en un camino festivo y cargado de tradición.
21.00 horas: potaje de berros y música
La jornada concluirá con el popular reparto del potaje de berros entre los peregrinos a su llegada al santuario bajo la advocación de la Inmaculada Concepción.
A continuación, la música tomó el relevo con la actuación del grupo Hierba Mala, que pondra fin a un día intenso, participativo y plenamente identitario para el pueblo de Jinámar.








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