Olga Rivero convaleciente en su casa de la calle Unión y estado del empedrado de La Montañeta/LP y TA.A los problemas de salud de Olga Rivero, vecina de la calle Unión en La Montañeta de San Juan, se suma un obstáculo que lleva más de tres décadas sin resolverse: la completa falta de accesibilidad en su calle y en las vías anexas, Ramal y La Montañeta. Tal como publicó La Provincia-Diario de Las Palmas, la obra ejecutada en los años 80 instaló un empedrado con piedras de gran tamaño que impide el rodamiento de camillas, sillas de ruedas e incluso taca-tacas utilizados por los mayores que residen en la zona.
El empedrado impide el acceso de ambulancias
Desde hace años, los sanitarios que acuden a atender a Olga no pueden acercar la camilla a su puerta. La vecina explica que, tanto en una reciente urgencia como en su regreso del hospital, tuvo que ser cargada a peso por los profesionales, con el riesgo que ello supone para ambos. El pavimento irregular hace imposible que una ambulancia acceda con seguridad a las viviendas, a pesar de que, según los residentes, antiguamente sí podían circular vehículos.
Décadas de escritos sin respuesta municipal
Rivero acumula más de 30 años de escritos presentados ante el Ayuntamiento de Telde solicitando una solución: el cambio del empedrado por piedras más pequeñas o la colocación de un pavimento accesible. Ninguna administración ha actuado. “He perdido la confianza en los mandatarios municipales; se pasan la pelota unos a otros y aquí no cambia nada”, lamenta.
Un barrio convertido en una “isla” dentro de Telde
Los vecinos coinciden en que la situación se agrava con la edad y el aumento de personas dependientes. La calle es prácticamente un territorio aislado en pleno casco histórico, donde cada traslado sanitario depende “del esfuerzo y la buena voluntad” del personal médico. “Por parte de los políticos, esto está igual y seguirá igual”, afirma la vecina.











Manuel Ortega | Sábado, 06 de Diciembre de 2025 a las 08:47:03 horas
Eso se sabía antes de vivir ahí, es una calle más del casco antiguo, como pretende ahora , cambiar la historia del empedrado de estas calles, y por cierto, menos sectarismos con los de la cumbre señora
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