Statistiche web
El tiempo - Tutiempo.net
695 692 764

Domingo, 07 de Diciembre de 2025

Actualizada Domingo, 07 de Diciembre de 2025 a las 20:42:29 horas

Desde la acera de enfrente

La cultura como brecha generacional

Reflexión de Gregorio Viera Vega, exconcejal socialista

GREGORIO VIERA VEGA Domingo, 07 de Diciembre de 2025 Tiempo de lectura: Actualizada Domingo, 07 de Diciembre de 2025 a las 16:55:42 horas

En un contexto global caracterizado por la aceleración tecnológica, la intensificación de las crisis climáticas y la transformación social, las instituciones que configuran nuestro sistema –educativas, económicas, políticas y sociales– operan en una dimensión aparentemente disociada de la realidad que experimentan las nuevas generaciones. Esta desconexión no se limita a una mera superficialidad; constituye un desajuste estructural entre las estructuras heredadas del siglo XX y las exigencias del siglo XXI.

 

El sistema educativo persiste en su apuesta por la memorización, la estandarización y la linealidad en un entorno que prioriza la creatividad, el pensamiento crítico y la adaptabilidad. Las aulas continúan siendo espacios donde se transmiten conocimientos frecuentemente desactualizados, mientras que fuera de ellas, la juventud se enfrenta a un océano de información inmediata y en constante evolución.

 

El sistema se encuentra ante una disyuntiva histórica: evolucionar para incorporar genuinamente las necesidades, inquietudes y potencialidades de la juventud, o convertirse en irrelevante. Los jóvenes no representan únicamente el futuro; constituyen un presente que demanda ser escuchado. Su desencanto no se traduce en apatía, sino en el resultado lógico de intentar habitar estructuras que no fueron concebidas para ellos. Reconectar con la juventud no constituye una concesión generosa; representa una condición indispensable para la supervivencia democrática y social. 

 

El tiempo avanza inexorablemente, y cada día de desconexión profundiza una herida que podría llegar a desgarrar el tejido social en su conjunto. La juventud no se limita a ser un mero receptor de cultura; actúa como un intérprete activo, generando significados, fandoms (fenómenos culturales específicos), teorías y reinterpretaciones.  Sin embargo, el sistema de crítica y legitimación cultural tiende a desestimar estas prácticas.  En la actualidad, vivimos en una era de aparente democratización cultural sin precedentes. 

 

Las herramientas para la creación, producción y difusión de contenido se encuentran más accesibles que nunca.  A pesar de ello, el sistema cultural institucional permanece como un territorio ajeno y hermético para la mayoría de los jóvenes. Esta contradicción evidencia una profunda desconexión entre la vitalidad creativa de las nuevas generaciones y las estructuras que legitiman y financian la cultura.

 

La desconexión en el ámbito cultural no constituye un problema secundario.  Es en este terreno donde se define la capacidad de una sociedad para narrarse a sí misma, para concebir futuros posibles y para procesar colectivamente sus transformaciones. Un sistema cultural que margina a sus creadores más jóvenes se condena a la irrelevancia y a la repetición. La juventud no aguarda permiso para crear; ya lo está haciendo en los márgenes del sistema. 

 

La cuestión radica en si dicho sistema tendrá la humildad de aprender de ellos, de abrir sus puertas y de transformarse. O si, por el contrario, se convertirá en un museo de sí mismo, mientras que afuera florece una cultura nueva, vibrante y ajena a sus salones. En el contexto de una brecha creciente entre un sistema institucional ajeno y una juventud desencantada, la comunicación fallida se erige como el factor primordial de la desconexión existente.  

 

Nos encontramos inmersos en una paradoja comunicativa sin precedentes: una hiperconectividad tecnológica que contrasta con un profundo aislamiento emocional e institucional. La crisis de diálogo intergeneracional no solo refleja, sino que también amplifica todas las demás fracturas sociales.  Resulta imperativo recuperar la palabra como herramienta fundamental para la recuperación del futuro. La crisis de comunicación no se configura como un problema técnico de “falta de canales de comunicación”.  Se trata, en esencia, de un problema político relacionado con la distribución del poder simbólico: quién ostenta el derecho a definir la realidad, a nombrar los problemas y a proponer soluciones viables.

 

En la actualidad, la juventud expresa sus inquietudes, pero sus voces no son escuchadas con la debida atención.  Sus manifestaciones de angustia son minimizadas y sus propuestas alternativas son desestimadas como “ingenuas”.  Hasta que no se subsane esta fractura comunicativa, todos los demás intentos de reconexión social resultarán superficiales e ineficaces. El diálogo auténtico no constituye una concesión, sino el mecanismo fundamental para la renovación democrática,  desde la proximidad y el entendimiento mutuo...desde la acera de enfrente.

 

Gregorio Viera Vega fue concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Telde.

Comentar esta noticia
Comentar esta noticia
CAPTCHA

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.22

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.