La sociedad del odio

Nunca imaginé que la sociedad del odio pudiese tener un espacio dónde establecerse a sus anchas o resucitar,  otra vez, años muy duros para la sociedad española, muy duros para los intelectuales, obreros que fueron perseguidos entre tantos otros. 

        Cómo es posible que hoy se contamine, se intoxique a la gente sencilla sin escrúpulos, para que en sus corazones germinen semillas, creencias tan malvadas como es el fascismo o el populismo?

          Hoy, en pleno siglo XXI, el racismo se expande por todos los rincones; el ataque a las mujeres se convierte en una realidad inhumana, los pobres atacan a los pobres, los homosexuales, las lesbianas, los trans están en peligro .. convirtiéndose en una posibilidad. Es un tsunami donde la ignorancia activa domina, donde la ignorancia activa, manipulada, esclaviza, donde la ignorancia activa está contaminando esta sociedad.

         (! Cuántas cárceles, destierros, muertes...sufrimos durante décadas!

! Cuántos años de luchas, de sangre derramada en las calles por conquistar la libertad, la justicia social, la solidaridad!)

            Esta ignorancia activa es como una masa sin formas pero que penetra en todos los rincones de su mundo, de su sociedad, de sus círculos cerrados, que se enriquecen entre si y se convierte en la "militancia que quiere implantar en el futuro la humanidad del odio".

            Pero quienes habitan detrás de todo este movimiento de sentimientos ocultos sin límites, quiénes son los intelectuales de este movimiento que quieren construir la sociedad "de ellos y de ellas", quiénes quieren irradiar un sentimiento patriótico más allá de los límites de la sensibilidad racional, ese sentimiento patriótico que se basa en banderas solo para unos cuantos,  de descendencia fascista,  chiringuitos asesinos que perseguían poetas de versos hirientes que hablaban de paz y libertad; que perseguían a los que no pensaban como ellos;  que perseguían a los  no creyentes y laicos. Defensores de  las grandes riquezas, riquezas patrióticas egocéntricas y  mezquinas, idolatras de creencias conservadoras que quieren dominar con su fe ciega...

Si...son patriotas de himno y bandera, patriotas de las grandes riquezas, patriotas de creencias ortodoxas que van más allá de la defensa del evangelio de los pobres. Patriotas de bulos y mentiras que se esconden del verdadero significado de la palabra "verdad"; no les importan la verdad,  ellos no son verdaderos, no son honestos; solo les importa la palabra "odio" y expandirla.

            Son de "sangre azul”, y en sus corazones, el "azul" entre comillas es odio a los que no poseen ese color. Si fuera por ellos,  perseguirían a la cultura, su enemigo número uno, a  la gente de color, a los que vienen de fuera: quieren ser la raza pura, el "españolito".

            Y frente a este terremoto que sacude el mundo, ¿qué hacer? ¿Quedarnos sentados, pasivos?

             No podemos permitir que la sociedad del silencio de los zombis, de la invisibilidad traicionera contra los seres humanos, vuelva otra vez a dominar nuestras vidas

No podemos permitir quedarnos pasivos mientras este tsunami ahonda, perfora las mentes, los corazones de la clase obrera, de los jóvenes, del mmachismo terroríficoque a veces mata.

            No podemos permitir que la pasividad se adueñe de nuestros corazones mientras se avecinan los militares de la sociedad del odio, “buitres callados que extienden sus alas" y se establezcan. Que nuestros hijos y nietos sean marionetas de esa sociedad de sentimientos malos destruyan sus vidas.

            No podemos permitir que los derechos humanos, logrados a base de luchas sin límites, sean pisoteados por estás hordas fascistas, que poco a poco corroen la sociedad de la ignorancia, la sociedad de los pueblos sencillos, de los jóvenes de faltos de crítica libre, manipulando sus mentes y destruyendo su futuro.

            "Te digo que no vale" -como decía el poeta - que no defendamos la libertad como máxima expresión, conquista del ser humano. No a la libertad que se persigue, se entierra, desaparezca, se asesine.

            "Te digo que no vale" -como decía el poeta - que se salga con lo suyo los delimitadores de "las primaveras libres" donde escojamos el color que nos define como ser humano, los que no creen en "la cara oculta de la luna"  como lugar de encuentro y sabiduría, los que quieren silenciar "el canto de la sirena " como el himno de la solidaridad y de la paz.

           "Te digo que no vale" - como decía el poeta - estar quietos, sentados. Esta Humanidad pide ayuda, auxilio.. contra los que creen que esta tierra es solo suya, los que quieren seguir explotando al hombre por el hombre, patrones fascistas y populistas que creen que solo somos números, sin nombres, y no les importan las rupturas y enfrentamientos entre  pueblos.

              Defendamos La humanidad, la casa de todos y todas, donde caben todos y todos, donde la igualdad sea,  después de una lucha, un derecho conseguido; donde la mujer tenga el puesto en la historia después de un largo combate y  la diversidad sexual sea la expresión más preciosa más grande.

Construyamos un mundo de portadores de "mariposas y ruiseñores" por una sociedad más justa y solidaria.

Pedro Galván Díaz-Espino, maestro jubilado, fue concejal del Ayuntamiento de Telde.