Emilio Roque atribuye a la fortaleza mental la remontada del UB Ciutel ante el Ingenio B

Emilio Roque, jugador del UB Ciutel Ciudad de Telde, repasa las claves del triunfo frente al Ingenio, reconoce las dificultades en el arranque de los partidos y señala la importancia del aspecto psicológico para gestionar los momentos complicados de la temporada. Roque también destaca el papel del equipo en la pugna por la primera plaza y el crecimiento del balonmano masculino en la ciudad.

En una entrevista a TELDEACTUALIDAD, el polivalente (puede jugar de extremo como de pivote) considera que la plantilla tiene margen de mejora, especialmente en el repliegue defensivo, aunque insiste en que se trata de un grupo en crecimiento.

—¿Cómo vio el partido frente al Ingenio?

El partido estuvo muy entretenido. Al principio pensábamos que iba a ser más llevadero, pero después nos dimos cuenta de que ellos espabilaron y nos pusieron las cosas muy difíciles.

En la segunda parte nos costó arrancar y ellos se pusieron tres goles por encima, si no me equivoco. Pero tanto el entrenador como el equipo supimos gestionarlo y pudimos llevarnos la victoria.

—El equipo suele comenzar los partidos con dudas. ¿Pudo influir?

Sí. Yo creo que en la mayoría de los partidos de esta temporada nos ha costado arrancar. De hecho, nos pasó en el penúltimo partido contra el Tacoronte, cuando Kevin tuvo que pedir un tiempo muerto para buscar solución.

—¿Se esperaba un Ingenio tan correoso?

La verdad es que no. Pensábamos que iba a ser más llevadero al principio, pero ellos reaccionaron rápido y nos pusieron las cosas más difíciles de lo previsto.

—A diferencia de lo ocurrido en Realejos, esta vez sí pudieron remontar. ¿Dónde estuvo la clave?

En que el entrenador supo buscar una solución. Sobre todo, levantar la cabeza y no venirnos abajo, como nos pasó en Realejos. Allí, cuando nos vimos abajo, agachamos la cabeza y no nos apoyábamos. Nos dejamos llevar por el arbitraje y por la grada. Esos factores nos hicieron perder el partido y no supimos darle la vuelta.

—¿Fue entonces un factor psicológico?

Sí, más psicológico que de juego. Como en todos los deportes, la mentalidad es lo más importante.

—Jugó de extremo derecho. ¿Se le hizo larga la primera parte con tan pocos balones por banda?

Uno ya está acostumbrado a jugar de extremo. A veces llegan pocos balones porque tenemos un equipo con varios tiradores en la primera línea. En algunos momentos puede aburrir, pero el extremo tiene que saber esperar y, cuando llegue el balón, tirar fuerte.

—También puede ejercer de pivote. ¿Qué posición le resulta más complicada? ¿Dónde se siente más cómodo?

Me encuentro más cómodo de extremo derecho. Me gustaría jugar más de extremo izquierdo, pero tenemos uno de los mejores extremos izquierdos de la categoría. En el pivote se sufre más: hay que luchar y codearse con los defensas para intentar coger el balón cuando llega la ocasión.

—Contra el Realejos sufrió un golpe en el labio. ¿Cómo está?

Fue jugando de pivote. Probé a entrenar con bucal, pero me parece incómodo y me lleva tiempo. Ya está totalmente curado.

—Son segundos y compiten con el Gáldar por el liderato, que es la única plaza para la fase estatal. ¿Cómo cree que será esa lucha?

Será difícil. Pero el partido del viernes va a ser espectacular. Será un partidazo: ellos para mantener el primer puesto y nosotros para conseguirlo. Sí, será una lucha a muerte. Los dos equipos intentarán darlo todo.

—¿Qué fortalezas y debilidades ve en el Ciutel?

Fortalezas: tenemos mucho margen de mejora y somos un equipo nuevo que todavía se está conociendo. Debilidades: nos cuesta correr para replegar. La transición ataque-defensa. Pero es algo que se entrena.

—¿Qué valoración hace del nivel del balonmano territorial este año?

Creo que será una temporada bonita. Todos lucharán por ganar los máximos partidos y hacerse conocer. Y cada jugador intentará dar lo mejor de sí si quiere un futuro en Primera Nacional, como tuve la suerte yo el año pasado.

—¿Es la temporada más dura de los últimos años?

Yo diría que sí. Pero también es una temporada muy bonita que promete mucho.

—¿Qué le supone ver recuperar el balonmano en la ciudad?

A mí, que soy de Jinámar y empecé en el Jinabal, me da mucha nostalgia y me emociona. Ver que la gente de Jinámar y de Telde puede acercarse al Juan Carlos Hernández a ver partidos de balonmano me hace muy feliz.