La UD Telde no descansa por San Gregorio

No están las cosas para días festivos en El Hornillo. La Unión Deportiva Telde entrenó este lunes, día inhábil en el municipio por San Gregorio Taumaturgo, después de la derrota por 2-0 ante la UD Tamaraceite en el campo Juan Guedes con el que el equipo mantuvo su racha negativa fuera de casa.

El equipo ha decidido mantener el plan semanal de entrenamientos (lunes, miércoles, jueves y viernes) de cara al choque del domingo ante el Real Unión Santa Cruz que se disputará en el estadio Pablo Hernández a las 12.00 horas. Debido a que el conjunto tinerfeño está en la pomada de los que luchan por la permanencia, aunque está casi equidistante de la promoción de ascenso (cinco puntos) que del descenso (seis).

Los veintidós jugadores que forman la plantilla se ejercitaron sobre el césped de El Hornillo excepto Anthony Rodríguez, que sigue recuperándose de su lesión en la mano y Pedro Relloso, que sigue con licencia aunque esté de baja hasta prácticamente final de temporada.

A cuatro de la permanencia

La undécima jornada de liga benefició al equipo teldense. Después de perder en Tamaraceite, la UD Telde vio no ganaron sus rivales directos excepto el San Bartolomé CF (1-2), que le ganó el duelo con el CD San Miguel, lo que deja al cuadro azulón a tres puntos del penúltimo clasificado, que ahora es la SD Tenisca con ocho puntos.

También perdió el CD Herbania, primera víctima de la temporada de la UD Telde hace seis días. Lo hizo ante el CF Panadería Pulido San Mateo, que consiguió su primer triunfo tras dos derrotas seguidas.

Por tanto, los teldistas salieron de la undécima jornada con una desventaja de cuatro puntos respecto a la salvación marcado por la escuadra de Fuerteventura, lo que a su vez ha reducido más el listón teórico de permanencia general a los 28 puntos. Lo primero implica que el representativo faycanero no podrá salir del descenso hasta diciembre, dado que la próxima semana (28-30 de noviembre) se para la competición. Lo segundo supone que el número de partidos que debe ganar para salvarse, siempre teóricamente, se reduce a los ocho.