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Sábado, 15 de Noviembre de 2025

Actualizada Sábado, 15 de Noviembre de 2025 a las 22:14:45 horas

Colaboración

Un repaso por nuestra realidad canaria

Nicolás Guerra

NICOLÁS GUERRA AGUIAR Sábado, 15 de Noviembre de 2025 Tiempo de lectura: Actualizada Sábado, 15 de Noviembre de 2025 a las 20:02:31 horas

1. Como lo hizo allá por el año del Señor del mil y quatrocientos ochenta y dos el rey moro, paseábame días atrás por la ciudad de Granada “desde la Puerta de Elvira / hasta la de Vivarrambla” (así llamada en el romance “De la pérdida de Alhama”) o de Bib-Rambla, construcción nazarí perteneciente a la última dinastía del reino granadino. (Por cierto: la extraordinaria riqueza bibliográfica árabe -matemáticas, medicina, literatura, química, ciencias naturales, astrología...- conservada en La Madraza, escuela de estudios superiores, fue llevada en la misma Bib-Rambla a la pira, a las llamas, a la barbarie por los castellanos conquistadores de la ciudad. Como debe ser, es la venilla.)

 

 Hay árboles entre un extremo y otro cuyos enhiestos troncos enramados buscan la luz solar para alimentarse y a la vez dar sombra, su función primera. No pretenden sus cuidadores, no, caracterizarlos como formas cubistas a la manera de Gris, Picasso, Dalí. Pero aquí, en la capitalina ciudad insular (LPGC), la cosa sí es  imprudente: están  pulidos por la mano del podador para evitar (sin mala follá, diría un granaíno) la tan imprescindible sombra frente a la calufa. Tal sucede donde nunca nacieron los angelicales arbolitos para que otros los redondeen, los conviertan en dados o los apabullen (recuerde, lector, cuando Atila pasó por la Plaza de San Bernardo, años de doña PPepa).

 

 Encuentro, de paso, cantarinas fuentes cuyas melodías no son las de La Alhambra o al-Hamra (‘la Roja’), pero sí recrean y distraen ante las interminables filas de japoneses, alemanes, franceses… absolutamente impactados por una obra ya muy centenaria que da fe notarial  de una cultura, la árabe, rica y, a la vez, sencilla. Construcciones, por ejemplo, sin aspavientos decorativos, desprovistas de exageradas suntuosidades como las catedrales góticas (incluyo la renacentista granaína), quizás reflejos de nuevos ricos que se creyeron dueños del mundo y construían edificaciones católicas sobre mezquitas cargadas de sencillez y natural elegancia.

 

 Pues bien, estimado lector. En tal recreador trayecto (bien es cierto: se ubica en la misma cogolla, el centro) también me impactaron algunas personas metamorfoseadas como agentes municipales, vestimentas que acaso anunciaban la proximidad de alguna adelantadísima fiesta carnavalera, tal vez imitando a  LPGC, tan gubernativamente desarretada por las carnestolendas. Tanto, que olvida impertinencias pueblerinas como limpieza limpieza limpieza..., obsesión de sociedades subdesarrolladas.

 

[Img #1053985]

 

 Pues no, ni eran atracciones ni festividades pecaminosas, que Dios me coja confesado si miento: ¡eran reales, auténticos policías municipales tanto los que paseaban a pie atendiendo a extranjeros como los motorizados! Cierto es que el impacto emocional pudo haber sido hasta de catalepsia a causa de la aparente ausencia de signos vitales en mí. Pero la emoción me embriagó:  a fin de cuentas hace ya años los hubo en LPGC, recuerdos de anteayer. Y uno, así de sensiblero (acaso ya en la decadente juventud) recurre al subconsciente freudiano y retrotrae imágenes pasadas (sin rencores, enconamientos o fosilizadas manías *australopitecas).

 

 Las calles son limpieza, baldeos y pulcritudes, desvelos de un equipo de gobierno PPresidido por doña Marifrán Carazo, cuyo apellido invita a nuestro ancestral “¡carajo!” (¡interjección “malsonante” para la RAE!) doblemente admirativo, no como el de la construcción ”carajo a la vela” (‘informal, de poca estima’ para nuestro Diccionario básico de canarismos).

 

 Sí, en efecto. No sé cuántas miles y miles de personas puede uno encontrarse caminando por tales vías en cualquier momento de horario moral, recatado y honesto (¡la noche es satánica, pecaminosa!). Pero lo cierto es que no encontré -por más que busqué- pastuños, cagarrutas (¡también “malsonante” para el pudor *realacadémico!) o excrementos (¡ni se me ocurre escribir “cagadas”!) perrunos, tan típicos de la nombrada capital isleña y sus aceras, columnas y *paterres acaso por su propia identificación escultórica en la Plaza de Santa Ana, ocho canes de hierro de los cuales ya habla el compositor Camille Saint-Säens (1835–1921) tras una de sus visitas.  (Por cierto: también “Los vecinos de Las Alcaravaneras, cansados de vivir entre basura”. Canarias7.)

 

 2. En los últimos días se ha producido un evento inusual en Canarias: preocupa a Sanidad la proliferación de infecciones de transmisión sexual, sobre todo entre 25 y 34 años (efervescencia juvenil). Las Islas casi duplican la media nacional de sífilis, “con 41 casos por cada 100.000 habitantes” (Diario de Avisos). Me vienen a la memoria aquellas campañas precarnavaleras del “¡Póntelo, pónselo!”, tan mal vistas por ciertos sectores sociales interesados en la abstinencia de fogaleras carnales en quienes a sus catorceañeras edades daban paso a naturales comportamientos, pues ya se sabe. Obviamente desconozco si se los ponían  individualmente o era la pareja, pero bien es cierto que durante tales días los rostros de muchos alumnos en el aula (debo añadirlo: y alumnas) reflejaban regocijos, distensiones y alivios, incluso hasta picaronas e ingenuas miradas entre ellos. (¿Milagros del recomendado condón, profiláctico, preservativo?)

 

 Sí, llama la atención la franja 25 - 34 años. Se les supone formados, maduros, preparados, sabedores de las consecuencias en caso de imprudencias. Además, ¿quién contagia a quién? La sífilis, sospecho, no surge espontáneamente por una relación sexual, muy al contrario: solo se reproduce a través de una persona infectada, ella o él. Incluso una madre puede trasmitirla a sus hijos durante el embarazo. (¿Podría tratarse, entonces, del renacimiento del macho macho que, por su condición de tal, rechaza el profiláctico? ¿Se relaciona, quizás, con una idea que avanza lentamente pero con seguridad sobre la vuelta de algunas jóvenas a principios franquistas como la obediencia ciega al semental? ¿Están fallando las aulas, los contenidos educacionales, la imprescindible aportación paternal desde los preinicios de la pubertad?)

 

 3. ¿Se rebelan las profundidades de la geografía isleña a través de terremotos? ¿A qué se deben tales “convulsiones” (Agustín Millares) registradas en Granadilla de Abona (8 de noviembre), entre Gran Canaria y Tenerife (día 10),  en el herreño La Frontera (día 11), entre Agaete y Gáldar (día 12) o el “evento sísmico de largo período” detectado por el Instituto Volcanológico de Canarias  (día 7) como el "mayor registrado en Tenerife para este tipo de señales"? (El Día.)

 

 La población canaria retrocede: “Casi 200 isleños menos y 1400 extranjeros más al mes en Canarias” (La Provincia). Según el Instituto Nacional de Estadística,  “la población residente en Canarias aumentó en 14.205 personas en el tercer trimestre del año con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior”. Si nos remontamos ciento cinco años atrás, censo  de 1920, los tres partidos judiciales de Gran Canaria dan un total de 173 552 habitantes. Hoy, aproximadamente, 875 205. Es decir, 700 000 personas más en 105 años. ¿Consecuencias? Ya las conocemos. Otros, las padecen.

 

Nicolás Guerra Aguiar es catedrático y escritor.

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