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Viernes, 14 de Noviembre de 2025

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Colaboración

La deriva tecno autoritaria y sus cómplices

Xavier Aparici

XAVIER APARICI Jueves, 13 de Noviembre de 2025 Tiempo de lectura: Actualizada Jueves, 13 de Noviembre de 2025 a las 18:41:41 horas

Francesca Bria, una economista especializada en innovación para promover políticas en favor de  la soberanía digital europea ha liderado un trabajo de investigación, recientemente publicitado,  donde se describe como un grupo de empresas e ideólogos de Silicon Valley está privatizando  funciones esenciales de los Estados y reemplazando la gobernanza democrática por una  infraestructura tecnológica de control privado. Todo ello, gracias a que los gobiernos están  cediendo su soberanía operativa, especialmente el de EE.UU. y, cada vez más, los europeos. 

 

En el estudio, titulado “La pila autoritaria: Cómo los multimillonarios tecnológicos están  construyendo una América posdemocrática y por qué Europa es la siguiente”, se afirma que se está llevando a cabo un golpe de Estado tecno autoritario para reemplazan funciones estatales  fundamentales, a través de la creación de una infraestructura tecnológica empresarial multinivel  de control global, dirigido por una nueva élite de poder en la que destacan los magnates más  derechistas de Silicon Valley, como son Peter Thiel, su diseñador; Elon Musk, el abanderado del  tecno populismo de derechas; Marc Andreessen, como ideólogo de la aceleración; David Sacks,  el Zar de las criptomonedas; Palmer Luckey, experto en guerra automatizada; y Alex Karp,  desarrollador de plataformas de análisis de datos.  

 

Sus empresas, a través de suculentos contratos y cesiones, ya operan estratégicamente y a los  distintos niveles. Palantir Technologies se está convirtiendo en la columna vertebral de datos e  inteligencia del ejército y de la gestión de la inmigración en EE. UU., de la policía en Alemania y  de la sanidad en Reino Unido. La empresa Anduril proporciona sistemas de guerra autónoma  que pueden tomar decisiones de ataque sin intervención humana. Starlink/Starshield ha  privatizado las comunicaciones orbitales, volviéndose esencial para las operaciones militares de  la OTAN. Y compañías como General Matter están privatizando la energía nuclear avanzada,  necesaria para alimentar los centros de datos que requiere toda la infraestructura de Inteligencia  Artificial. 

 

En EE. UU. la fusión del poder político y tecnológico entre gobierno e industrias se completa a  través de Donal Trump Junior y del vicepresidente J.D. Vance, que proporcionan los contactos y  los vehículos políticos, y de “puertas giratorias". Así, Fondos de capital riesgo actúan como  "gobernanza activa", obteniendo altos cargos en el gobierno y el Pentágono y colocando a su  personal en roles clave para alinear las inversiones con un proyecto político antidemocrático.  

 

Económicamente, el modelo de negocio tecno autoritario tiene como objetivo crear monopolios  que garanticen contratos públicos masivos y perpetuos que dispararán las valoraciones de las  empresas y generarán enormes retornos para las mismas élites que impulsan esta agenda  ideológica. Su fin último es vaciar al sistema público democrático de poder real, porque no  necesitan ganar elecciones ni convencer a los votantes si controlan la infraestructura esencial  del Estado.  

 

En términos de independencia y autoridad, Europa ya está comprometida, pues, mientras  continúa debatiendo sobre "soberanía digital" y "autonomía estratégica", sus estados miembros  ya dependen, bajo contrato, de esta "Pila Autoritaria". No obstante, para contrarrestar estas  perversas dinámicas la Unión Europea y sus Estados miembros tienen múltiples herramientas  legales y políticas, legitimadas en los principios de soberanía democrática y control  parlamentario, de autonomía estratégica y soberanía digital, de competencia y mercado interior, del Estado de Derecho y de protección de derechos fundamentales. Por los que se pueden poner  en pie múltiples acciones viables de calado para neutralizarlas. 

 

Como exigir, por ley, que cualquier contrato de externalización de funciones soberanas sea  sometido a un debate y votación en los parlamentos nacionales y, en su caso, en el Parlamento  Europeo. Financiar y desarrollar infraestructuras públicas y soberanas europeas en sectores  estratégicos que no respondan ante accionistas privados. Aplicar, de forma estricta, la Ley de  Inteligencia Artificial, exigiendo transparencia total, auditabilidad y explicabilidad de cualquier  algoritmo usado por el sector público. Prohibir el abuso de posición dominante y la creación de  monopolios que distorsionen el mercado. Y que los tribunales nacionales y el Tribunal de Justicia  de la UE anulen los contratos aludidos por violar el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión. 

 

Pero el problema es que falta la voluntad política. Porque los actuales responsables  gubernamentales en las instituciones políticas de Europa están al servicio de las élites europeas  y estas comparten similares intereses económicos e ideológicos con las anglosajonas. Por eso el  doble lazo de saqueo y autoritarismo se sigue cerrando. Y, por ello, urge revertir esta indeseable  deriva y neutralizar a sus perpetradores, antes de que parasiten completamente los Estados y  perviertan los sistemas de derecho, sociales y democráticos que nos deberían caracterizar.

 

Xavier Aparici es filósofo y experto en gobernanza y participación.

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