Gracias Telde: un reconocimiento que también es un compromiso

Hay días en los que el periodismo se detiene a mirarse en el espejo de la ciudad a la que sirve. Días en los que la noticia no está en los despachos, sino en el corazón de una comunidad que reconoce a quienes, con su esfuerzo silencioso, ayudan a construirla. El acuerdo de la Comisión de Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Telde, revalido por el Pleno Municipal, que concede siete Medallas al Mérito de la Ciudad, es uno de esos momentos que invitan a la reflexión.

Entre los nombres distinguidos este año —la Banda Municipal de Música, Radio Ecca, los Scouts Wañak, Josefa Milán, Juan Verde, Roberto Hernández— se encuentra también TELDEACTUALIDAD, este periódico que hoy escribe para agradecer, más que para informar.

Este reconocimiento, que recibimos con emoción y humildad, no pertenece a una redacción, sino a una ciudadanía que ha hecho de la información local una herramienta de convivencia, identidad y transparencia. En estas dos décadas de historia, TELDEACTUALIDAD ha intentado cumplir con una tarea sencilla en apariencia, pero difícil en la práctica: contar lo que ocurre sin perder la conexión con la gente. Ser altavoz, vigía y memoria.

Un premio que pertenece a todos

La Medalla al Mérito Social que se nos ha otorgado en la gala de este pasado viernes reconoce la labor informativa y la cercanía con los vecinos, pero sobre todo valida un modelo de comunicación basado en el respeto y la constancia. No hay mayor premio que la confianza diaria de quienes nos leen, nos corrigen, nos alertan, nos envían una foto de una acera rota o una carta sobre una injusticia.

Este galardón es de ellos: de los lectores que creen en el periodismo local como espacio de encuentro, de los vecinos que no se resignan ante el silencio administrativo, de los reporteros y colaboradores que cada día recorren las calles de San Gregorio, Jinámar, Melenara o Caserones para que la voz de Telde siga viva.

Un acto de ciudad

El proceso de selección —anónimo, transparente y participado—, impulsado bajo el nuevo Reglamento Municipal de Honores y Distinciones, marca un cambio en la cultura política local. Por primera vez, las candidaturas fueron evaluadas sin nombres, solo por méritos, lo que refuerza la credibilidad de un reconocimiento que pertenece a la ciudad, no a un gobierno.

En ese contexto, que una publicación digital local, independiente y de origen ciudadano figure entre las entidades reconocidas es también un signo de madurez democrática. Significa que Telde valora la palabra libre, el periodismo próximo y la mirada crítica. Que entiende que una prensa local sólida no es un adversario del poder, sino un aliado del bien común.

Más que una medalla

Para TELDEACTUALIDAD, este reconocimiento no es una meta, sino una responsabilidad renovada. Nos compromete a seguir informando con rigor, a mantenernos cerca de la ciudadanía y a defender un periodismo que sirva a la verdad, no a los intereses. A reforzar nuestro papel como puente entre los barrios y las instituciones, entre las denuncias vecinales y las soluciones posibles, entre la memoria de lo que fuimos y la esperanza de lo que podemos seguir siendo.

Agradecemos sinceramente a la Comisión de Honores y Distinciones, al Ayuntamiento de Telde, al Pleno Municipal  y a todas las personas y colectivos que también fueron homenajeados este 7 de noviembre en el Teatro Municipal Juan Ramón Jiménez. Compartimos con ellos el orgullo de pertenecer a una ciudad que, con sus contradicciones y desafíos, sigue siendo un territorio vivo, diverso y solidario. Un agradecimiento especial a la jefa de Gabinete y Protocolo, Vicky Sabroso, como cabeza visible del equipo organizadorde la gala  de este viernes por su profesionalidad y cuidada puesta en escena.

Porque este reconocimiento no es un aplauso al pasado, sino una invitación al futuro. Porque detrás de cada noticia, cada imagen y cada titular, hay un mismo propósito: servir a la ciudadanía de Telde con honestidad, independencia y afecto.

Gracias por leernos, por confiar, por señalar, por construir juntos este relato común.

Gracias, Telde.