
Han pasado ya veinte días desde que Iván José Pérez Alejandro, de 42 años, desapareció en Telde, y su familia vive una angustia que no cesa, tal y como adelantó TELDEACTUALIDAD. Su teléfono móvil permanece apagado desde el primer día, y la medicación que necesita para tratar su trastorno mental sigue sin recogerse en la farmacia, una señal que incrementa la preocupación por su estado.
“Iván no es de los que se esconde o desaparece sin avisar. Necesita su medicación urgente”, explica a La Provincia-DLP entre lágrimas su hermana María Jesús, que junto a su otra hermana Leumas mantiene viva la esperanza y pide que el dispositivo de búsqueda policial, activo desde el 15 de octubre, no se detenga.
Una desaparición sin pistas
Iván residía en una casa abandonada cercana al Barranco Real de Telde, donde solía pasar la mayor parte del tiempo. Desde el día de su desaparición, su entorno no ha vuelto a saber nada de él. “Nos han dicho que podría estar en Jinámar o en La Ballena, en Las Palmas de Gran Canaria, pero ninguna de las informaciones ha resultado cierta”, cuenta la familia.
“Ya no sabemos si le ha pasado algo o si alguien le hizo daño. Aunque estuviera mal, siempre contactaba con nosotras. Como mucho podía pasar dos días sin hablar, pero nunca tanto tiempo”, lamenta María Jesús, que lanza un mensaje directo: “Si alguien lo ha visto, o si él mismo puede leer esto, que avise, que se comunique, que necesitamos saber que está bien.”
“Que sigan buscando”
La familia teme que Iván se encuentre en una zona de difícil acceso, posiblemente en algún tramo del barranco o en una edificación abandonada. “Pedimos que sigan buscando, que pongan más medios, que amplíen el rastreo por los barrancos. Él no salía de Telde. Puede estar ahí, cerca, y que no lo hayan visto todavía”, ruega su hermana.
El operativo de búsqueda continúa activo, lcon participación de la plataforma Adonay Desaparecidos, Policía Nacional y la Policía Local de Telde, con la colaboración de Protección Civil. Esta semana, la Unidad de Drones sobrevoló varias zonas escarpadas, mientras equipos de tierra peinaron barrancos y construcciones abandonadas, sin resultados positivos hasta el momento.
Señales para identificarlo
Iván mide 1,65 metros, tiene complexión gruesa, cabello moreno y canoso, ojos verdes y cojea de la pierna derecha, según la ficha difundida por SOS Desaparecidos. Su familia insiste en que cualquier pista, por pequeña que sea, puede ser crucial para localizarlo.
“Solo queremos respuestas, pero sobre todo que no dejen de buscar. Hay alguien esperando por él cada día”, concluye María Jesús, aferrándose a la esperanza de que su hermano aparezca con vida.













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