
Durante más de dos semanas, el litoral de Melenara y Salinetas vive sumido en una nube de mal olor, agua aceitosa y restos flotantes, una mezcla que ha convertido el disfrute habitual de la costa en una experiencia desagradable para vecinos y bañistas. A las puertas de noviembre, cuando aún el mar ofrece temperaturas suaves y días de calma, la costa teldense se ve golpeada por un problema ambiental que nadie reconoce oficialmente, pero todos perciben.
Las quejas ciudadanas se han multiplicado en los últimos días, tanto en redes sociales como a pie de playa, donde algunos vecinos han colgado carteles improvisados pidiendo la retirada o el alejamiento de las jaulas marinas situadas frente a Salinetas, señaladas por muchos como el posible foco de contaminación tras la muerte masiva de peces en los viveros cercanos. “Esto huele a podrido desde hace días, es insoportable”, lamentan residentes que afirman llevar más de una semana encerrados en casa para evitar el hedor.
El ambiente en la zona es irrespirable, según numerosos testimonios recogidos por TELDEACTUALIDAD. “Ahora mismo el hedor es insoportable en Melenara, mi casa cerrada porque huele a pescado podrido todo. Hora de comer y ganas de vomitar de la peste, y nadie hace nada”, denuncia una vecina indignada. Otro bañista lo resume sin rodeos: “Podrán decir lo que quieran, pero hoy mismo Salinetas apesta y el mar sigue con una capa aceitosa y maloliente”.
Otros usuarios advierten que el problema se agrava cuando sopla el viento del sureste, que arrastra hacia la orilla el olor y los restos visibles en el agua. “El mar está lleno de bolas blancas y una capa de grasa flotando. No me lo han contado, lo estoy viendo desde la playa”, comentaba un usuario.
La indignación se mezcla con la impotencia. Los vecinos aseguran que no han recibido ninguna explicación oficial sobre lo que ocurre en el litoral ni sobre las posibles causas de la muerte de los peces en las jaulas. “Las jaulas están demasiado cerca de la costa y soportan el vertido de varios terciarios de la zona. Es una vergüenza que se permita esto”, critican.
El silencio administrativo alimenta el malestar. Mientras tanto, el olor a descomposición sigue presente y las aguas continúan mostrando signos de contaminación, sin que hasta ahora se haya anunciado ninguna inspección o análisis oficial.
El mar, que tantas veces ha sido símbolo de vida y sustento para Telde, hoy devuelve un reflejo turbio y una protesta ciudadana que huele —literalmente— a abandono.




























jky | Miércoles, 29 de Octubre de 2025 a las 09:30:36 horas
Jaulas Fuera YA!!!... no solo por esta contaminacion contínua, también por la masacre que ha llevado a la desparición de toda la fauna marina local por la suelta, perdón, la "rotura" de las jaulas y la invasión de lubinas y doradas que ya no se pueden vender... demasiado cerca a la costa... increble la pasta que han de estar soltando para que todo un ayto y cabildo esté calladito...será por "interés general"?...
Accede para votar (0) (0) Accede para responder