
El nadador aficionado y vecino de Salinetas, Manuel Amador, ha hecho pública una carta en la que denuncia el preocupante estado de las aguas de esta playa teldense, donde asegura haber encontrado restos aceitosos y grumos de aspecto extraño durante sus entrenamientos en mar abierto.
Amador, defensor habitual del litoral Telde–Melenara–Taliarte como espacio ideal para la práctica deportiva, lamenta tener que advertir ahora que “Salinetas no es una playa adecuada para nadar en estos momentos” y exige una actuación urgente de las administraciones.
“Me duele decir esto, ahora mismo la playa de Salinetas no es una playa adecuada para nadar en ella”
Los que me conocen y saben mi afición a nadar en aguas abiertas, siempre saben mi devoción por mi playa, por Salinetas–Melenara–Taliarte. He tenido confrontaciones con amigos nadadores, donde porfían mi osadía de decir que Salinetas–Taliarte es el mejor circuito para nadar. Este mes de septiembre a octubre, tengo que decir que no es nada recomendable nadar en aguas nauseabundas.
Mi episodio más grave ha ocurrido este sábado 25 de octubre y domingo 26 de octubre. Días plácidos para nadar, mar en calma, sin viento, día soleado... día estupendo para disfrutar un rato nadando. Estos días se han convertido en días asquerosos. Cuando te pones a nadar, no ves con evidencia por dónde nadas, te concentras para respirar bien, para que tu técnica —en mi caso mala— sea lo menos mala posible, llegar a los objetivos que te has planteado antes de tirarte al agua, etc. En uno de los descansos, veo unos grumos blancos del tamaño de garbanzos normalmente y, en otros casos, del tamaño de pelotas de golf. Con lo cual me paro desconcertado y digo: ¿qué es esto? Estaba nadando entre basura, excrementos, alimentos de peces… no sabía. Lo que sí sabía era que el olor era asqueroso. Hablo de unos 200 metros de la línea de costa de Salinetas y, huyendo de esos rastros pestilentes, me fui hacia las rocas cercanas a Salinetas. Para mi sorpresa, la situación había empeorado: ahí aún había más restos de esos boliches blancos.
Imagino el origen del problema, pero no soy quien para indicarlo. Deben ser las administraciones vigilantes quienes determinen de dónde está procediendo este problema. Lo que sí sé es que la playa de Salinetas, así, debería dejar de ser Bandera Azul, algo que solicitaré formalmente si de forma inminente no se toman medidas para corregir esta situación. Los afectados y afectadas, si no son miles, son cientos.
Yo particularmente, después de nadar unos 40 minutos —que es lo que hago—, me tengo que enjabonar a conciencia unas cuatro veces en la ducha para quitarme una sensación aceitosa y maloliente a pescado. Una médico me ha advertido: “No debes nadar en esas aguas, podrías tener otitis, endocarditis, infección de orina, prostatitis, infección pulmonar, ocular o cutánea”. Mi asesoramiento médico exagera, no lo sé. Pero me impactan sus recomendaciones para que no nade. Es como decirle a las personas que corran, que no lo hagan porque el nivel de contaminación del aire excede los límites permitidos.
Creo que el esfuerzo y la inteligencia colectiva deben usar el sentido común y saber que esos olores y esos boliches de grumos no son ni habituales ni naturales en una playa que usan miles de personas. Alguien debe tomar medidas de forma urgente.
Por favor, que el interés general prevalezca sobre los intereses privados.























Majorera | Martes, 28 de Octubre de 2025 a las 16:02:40 horas
Saludos desde Fuerteventura. Aquí, en la playa de la Guirra he estado nadando en aguas apestosas tambien, parece ser que la urbanización Anjoca echa aguas depuradas y apestosas al mar. No encontré pelotas de golf y grumos pero si que olia a cloacas. Denuncié en administraciones locales y regionales y no sirvió de nada. Buena suerte.
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