Tino Déniz achaca la derrota ante el Panadería Pulido a "errores groseros que no podemos cometer"

El entrenador de la UD Telde, Tino Déniz, señaló este domingo que a su equipo le penalizan "demasiado los errores”, especialmente aquellos que definió como “groseros” y que, añadió, “no podemos cometer en esta categoría”. Consideró que el marcador fue “excesivo” en relación a lo visto durante los noventa minutos.

Déniz explicó que hubo fases del encuentro en las que el conjunto de San Mateo asumió "más posesión y control", mientras que la UD Telde alternó momentos de "bloque bajo, presión alta y salidas en transición". A su juicio, la propuesta defensiva tuvo “ajustes y desajustes”, aunque admitió que estos últimos “habitualmente los hay”. Señaló que en la primera parte sufrieron por dentro debido a los movimientos interiores del rival y a la falta de sincronización en coberturas: “No estábamos tapando la espalda y no teníamos esa situación trabajada”, afirmó.

Pese a ello, el técnico aseguró que la UD Telde rondó con frecuencia el área rival y consiguió generar aproximaciones que no terminó de concretar. “No somos efectivos y los rivales, con muy poquito, nos hacen goles”, lamentó. En su opinión, el Panadería Pulido no generó un volumen elevado de ocasiones, sino que sacó rédito de pérdidas “cortas” en zonas comprometidas, similares a las que el equipo ya había cometido la semana anterior en Lanzarote. Mencionó en concreto la acción previa al 0-2, en la que Said dispuso de un mano a mano que “pudo cambiar el partido”.

Sobre la segunda mitad, destacó un cambio de actitud: “Tuvimos otra energía”. Señaló que el equipo ganó metros y mantuvo al rival en su propio campo, llegando a sujetarlo “durante muchas fases” en su área. Sin embargo, insistió en que la falta de eficacia ofensiva condicionó el resultado: “Cuando no la metes, es muy difícil puntuar”. Déniz repitió que la fiabilidad en área propia y ajena es determinante en la categoría.

El entrenador explicó las sustituciones realizadas en el descanso, con cambios en ambos laterales y ajustes interiores para contrarrestar la superioridad que el Panadería Pulido estaba generando en ciertas zonas. Situó a Adonay como central con funciones de pivote defensivo, otorgando a Luis mayor libertad para incorporarse. También reconoció que alineó a Manu “con los dedos cruzados” debido a su estado físico, aunque subrayó que respondió correctamente.

Déniz elogió la polivalencia de Dani Molina, a quien volvió a desplazar de posición según las necesidades tácticas del encuentro, y destacó el rendimiento de Adonay Pérez en el centro del campo, especialmente cuando coincidió con Manu Alemán, del que dice que aportaron “solidez y equilibrio”. Además, indicó que la función de Adrián Socorro era actuar entre líneas para fijar centrales y habilitar espacios en banda mediante diagonales interiores, movimientos que, según dijo, generaron ventajas en varias jugadas.

En relación con la composición de la plantilla, el técnico insistió en la falta de especialistas puros en el centro del campo debido a lesiones. Explicó que Ernesto apenas lleva dos semanas entrenando por molestias musculares y que, en la actualidad, Luis es “el único medio centro específico” disponible. “Hasta que podamos incorporar jugadores específicos, tenemos que adaptar”, aseguró. Déniz afirmó que esta situación obliga a “reajustar constantemente”, lo que dificulta el equilibrio defensivo y ofensivo.

El entrenador confirmó que el club mantiene acuerdos con posibles refuerzos, pero su llegada no depende exclusivamente de la UD Telde: “Está todo hecho, excepto que hay clubes a los que les está costando tramitar la baja”. También expresó preocupación por la lesión de Brian Espino antes del descanso, de quien sospecha una posible rotura de bíceps femoral, pendiente de diagnóstico médico.

Cuestionado por el próximo rival, la UD Las Palmas C, Déniz advirtió de que en esta categoría “cualquier equipo puede complicarte la vida”. Recordó además que llegará al partido sin laterales izquierdos disponibles y con jugadores “al límite” por sobrecargas. Añadió que la gestión física será determinante en un tramo del calendario que calificó como “demandante”.

Sobre el impacto emocional de la racha negativa, reconoció que al vestuario le está afectando “no solo no puntuar, sino no marcar y encajar tantos goles”. Señaló que, en su trayectoria en Tercera RFEF, no recordaba una situación similar. Aseguró que cuando parece que se recupera a un futbolista, aparece una nueva baja: “Se te caen los brazos”, afirmó, aunque insistió en que “hay que tirar para adelante”.

Déniz observó avances en el rendimiento colectivo y afirmó que el equipo está compitiendo “cada vez mejor y durante más tiempo”, aunque subrayó que necesitan prolongar esa fiabilidad para que el esfuerzo sea suficiente en la clasificación. Indicó que algunos jugadores aún “no han asumido” que esta categoría exige “más ritmo, más fuerza y más concentración” que Preferente o Primera Regional.

En cuanto a su perspectiva a corto y medio plazo, se describió como “optimista”, pero reconoció que la constante sucesión de contratiempos ralentiza la progresión: “Recuperas uno y pierdes dos”. A su juicio, la llegada de refuerzos permitirá equilibrar líneas y devolver naturalidad a posiciones en las que actualmente se está adaptando a jugadores.

El entrenador concluyó afirmando que el equipo seguirá trabajando para minimizar errores, acelerar mejoras tácticas y reforzar su competitividad con el objetivo de empezar a sumar puntos lo antes posible.