
Un roce aparentemente inofensivo con el pomo de una puerta cambió para siempre la vida de Paco Santiago (Las Palmas de Gran Canaria, 1948). Aquel dolor repentino en su mama derecha fue el inicio de un duro camino contra el cáncer de mama masculino, una enfermedad poco frecuente —afecta al 2% de los hombres—, pero igualmente devastadora.
Tal y como recoge el diario La Provincia-Diario de Las Palmas (DLP), el bulto que apareció semanas después lo llevó a realizarse pruebas médicas. El diagnóstico fue contundente: cáncer de mama en estadio 3. A partir de ese momento comenzó una larga batalla que incluyó nueve meses de tratamiento previo, cirugía, quimioterapia, radioterapia y medicación oral.
“Ahí cambia todo tu mundo. Empiezas a percibir que tienes esa enfermedad y comienza un ciclo de nombres, términos y cosas que no dominas”, relata Santiago. Su proceso comenzó a finales de 2021 y, aunque los valores tumorales ya son negativos, deberá esperar al menos hasta 2029 para recibir el alta definitiva.
“La tormenta ya pasó”
Durante la operación, los médicos extirparon doce ganglios linfáticos, cinco de ellos dañados. Hoy, Paco sigue bajo tratamiento con estrógenos, pero su mensaje es de optimismo y responsabilidad. “Me lo he tomado con seriedad, aunque al principio fue duro, sobre todo cuando tienes que contarlo a los demás”, explica.
Más allá de su lucha, Paco es un apasionado de la UD Las Palmas, equipo que ha seguido fielmente toda su vida. Tan intenso es su sentimiento que incluso fue testigo de la conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva en 1992. “Las Palmas es un ejemplo de que las cosas pueden salir bien aunque seamos de una isla pequeña”, asegura.
“El cáncer no es igual a la muerte inmediata”
Hoy, Paco practica pilates para mitigar el dolor muscular y sigue siendo un ferviente aficionado, aunque reconoce que a veces debe apagar el televisor por la tensión. “El cáncer no es igual a la muerte inmediata. Con los tratamientos actuales, todo se puede sobrellevar”, afirma con convicción.
Este domingo, tiene previsto acudir al Estadio de Gran Canaria, donde la afición amarilla se vestirá de rosa en apoyo a la lucha contra el cáncer de mama durante el partido ante el Eibar (20.00 horas).
Antes de despedirse, lanza un mensaje claro a otros hombres: “Nosotros también podemos ser candidatos a tener cáncer de mama. Debemos revisarnos y acudir al médico ante cualquier cambio”.
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