
Más por curiosidad que por buscar información, ha leído el artículo del Sr. Cristóbal D. Peñate, “Aborto no, infanticidio si,” publicado en TELDEACTUALIDAD el pasado 4 de octubre, redactado por quien, dice ser, periodista pero de los ahora, los “zurdos,” es la moda. Puede que hasta las gafas se la situé con la mano izquierda.
Desgraciadamente, para mí, no he estudiado Ciencias de la Información, donde creo que, desde el primer curso, se instan a los alumnos a, ser testigos y sobretodo notarios de la información que redactan, dejando a la puerta pensamientos, rencillas y odios personales.
En su artículo de referencia, vomita contra todo lo que mueve por la derecha, dando solo validez a cada uno de los fotogramas de televisiva guerra de Gaza que a Ud. le interesa resaltar según su ideología.
Desde que el mundo es mundo, Sr. Peñate, la guerra ha sido la expresión más usada por el hombre y los pueblos para dirimir sus diferencias o conseguir sus propósitos y, como siempre, los que menos culpa tienen, han sido los primeros en caer. No obstante, como diría aquel famoso cómico, esto es la guerra, y poco o nada vale las formas, las normas o los sentimientos, solo vale ganar.
Si nos atenemos a la actual guerra de Gaza, que no es nuestra guerra, y que fue desatada allá por la tarde/noche del 07/10/2.023, fuera de las fronteras palestinas, por un grupo armado que, invadió y trunco una placida noche de conciertos del que disfrutaban, entorno a un escenario, un desarmado pueblo, dentro de su país.
En muy poco tiempo, murieron más de un millar de personas, mujeres, hombres y niños y varios centenares fueron detenidos, menos que en Gaza, pero también hubo retransmisión en directo de aquellos salvajes episodios que, hoy, hemos olvidado. Creo recordar a una joven, con el pantalón inundado de sangre cuando, era obligada, con las manos amarradas a la espalda por bridas, a subir a un vehículo por militares armados, para seguir la fiesta. También recuerdo los comentarios de médicos internaciones, al identificar los cadáveres, comentar el de una joven a la que le habían desmembrado los huesos del coxis, de tanto que le habían abierto las piernas, en una interminable orgía, aun después de muerta.
No es justificación lo que, pretendo, al redactar estas líneas pero, si somos humanos y no Santos Mártires, casi se comprende la situación actual.
El involucrar a políticos españoles en esta guerra que, repito, no es nuestra guerra, solo por la mera condición de que, son de derechas, me parece inapropiado. Bastante tiene nuestra endeudada España, como para buscarse más líos y meterse en nuevos problemas. La frase de importarle “un carajo,” como Ud. dice, creo que es inapropiada e irreal.
Si, en Gaza, a diario, mueren niños, muy lamentable, aquí en el primer mundo, también o más bien no nacen. En Gaza han tenido el privilegio de ver la luz del día, aunque luego, el conflicto, hayan segado sus vidas. Aquí, en el primer mundo, no han tenido ese privilegio, lo más, la potente luz del foco de un quirófano, al amparo de la aplicación de las leyes vigentes que, acallan nuestras conciencias. Si en Gaza, en dos años de conflicto, se calcula que han sido asesinados unos 20.000 niños, aquí por métodos, legales y permitidos, son muchos miles más los que, por medios mecánicos o químicos, son arrancados del seno materno, mientras esperaban su total desarrollo y formar parte de este convulso y contradictorio mundo.
Puede que, dentro del acallamiento de conciencias, amparados por las leyes, se encuentren intereses económicos, sociales, de votos seguros o de despreocupación e irresponsabilidad, para ir por la vida, sin ser consiente de nuestros propios actos. Más, hoy que, se dispone de tantos métodos y sistemas, múltiples, para evitar embarazos no deseados, salvo las violaciones, que las hay, y las mal formaciones.
Ese cigoto microscópico, con el Ud. banaliza y justifica el aborto, es el origen de la vida y de la propagación de la especie, lo que hasta aquí nos ha traído y que, agazapado en el seno materno crece, necesita de cuidados, respeto y cariño, no el desprecio de quienes lo crearon y les niegan lo más esencial, la vida. Dicen los expertos que, una madre abortista, hasta seis meses después de abortar, en determinados momentos del día, siente en sus entrañas, moverse el hijo que le extrajeron y que, el llanto de un niño, aun pasado los años, le recuerdan a el hijo que pudo tener y no tuvo.
Si nos atenemos a la conocida como “flotilla,” la realidad es, otro acto de irresponsabilidad internacional que nos puede traer consecuencias nefastas para nuestro país. Por las noticias que a estas ínsulas llegan, todo el grupo, antes de salir, sabían que no iban a ninguna parte. La zona de la franja de Gaza no tiene puertos y miran que han recibido miles de millones de dólares de la Comunidad Internacional, pero los han destinado a hacer túneles o gastárselos, sus autoridades, en vivir fuera de sus fronteras, solo disponen de una cabeza de playa que hizo el Ejercito Americano. Por llevar, no llevaban casi nada y la mayoría la consumieron en la travesía. También, según dicen, las juergas y prácticas de abordo, motivaron el abandono o el cambio de barco, como hizo la activista sueca Greta que está en todas las salsas.
El que el Gobierno de España haya mandado un barco de guerra, El Furor, opino que ha sido una temeridad, la zona es de guerra y puede tener doble interpretación su presencia, amén del costo diario para el erario público de unos 100.000 € diarios que se pierden en la nada salvo para proteger a unos políticos que, cuando estaban en el poder, renegaron de su nación e impedían que el Ejercito o las Fuerzas Armadas de España se acercaran a sus dominios. Que cuando salieron de puerto, arriaron el Pabellón Español y enarbolaron la bandera de Cataluña y, ante el peligro, piden protección y repatriación a la Madre España. Algo surrealista.
Como ve, Sr. Peñate, se puede exponer las ideas propias, sin necesidad de menospreciar al oponente, solo porque está de moda.
Quizás, Ud. sabrá, debería de utilizar su voraz y afilada pluma, en temas más constructivos e informativos para una posible audiencia general.
Antonio Santana Rivero es ciudadano de Telde y pregonero de las fiestas de San Francisco 2025.
El BRUJo de Telde | Martes, 14 de Octubre de 2025 a las 21:13:24 horas
Para acabar con la banda criminal ETA, no hizo falta bombardear el País Vasco.
Durante la Guerra Civil española, la aviación alemana e italiana, le hicieron el trabajo sucio a Franco. El 26 de abril de 1937, bombardearon la ciudad vasca de GUERNICA, durante horas, para amedentrar a la poblacion y acabar con la cuna vasca
Definición de GENOCIDIO : El exterminio intencionado o la eliminación sistemática y deliberada de un pueblo
Eso es lo que sigue haciendo Israel con PALESTINA
Los ciegos seguidores de las sextas, siguen sin PPensar los dictados de sus jefes
A mí se me caería la cara de vergúenza.
Coja un folio, sr Santana Rivero, y escriba 100 veces la palabra GENOCIDIO.
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