
La tarde-noche de este lunes quedó marcada en la memoria de Telde. La Basílica de San Juan se desbordó de fieles para vivir la solemne eucaristía de la Subida del Santo Cristo, un acto que puso fin a diez días de celebraciones en honor a la venerada imagen y que volvió a despertar la emoción colectiva de un pueblo profundamente unido a su tradición.
Desde primera hora de la tarde, el templo acogió a cientos de personas que aguardaban con devoción el instante más esperado. La misa comenzó a las 19.30 horas, presidida por el obispo auxiliar de la Diócesis de Canarias, Cristóbal Déniz, y contó con la asistencia de miembros de la Corporación municipal.
Mientras avanzaba la ceremonia, los recuerdos y sentimientos afloraban entre los asistentes. “Llevo más de 40 años acudiendo a esta misa y cada año me sigue estremeciendo el momento en que el Cristo es elevado”, confesaba emocionada Carmen Rodríguez, vecina del barrio de San Juan, minutos antes de que comenzara el ascenso.
El momento cumbre llegó pasadas las 20.36 horas. Con sumo cuidado, los seis portadores habituales iniciaron la subida de la imagen, ayudados por sogas y escaleras, en un ritual que une destreza y solemnidad. El silencio respetuoso del templo se rompía solo por los suspiros y oraciones, mientras la talla ascendía lentamente hasta ocupar de nuevo su lugar en lo más alto del altar mayor, desde donde reinará hasta el próximo año. La ceremonia religiosa finalizaría al filo de 20.50 horas y daría paso al cántico conjunto de los feligreses del Himno del Cristo de Telde, interpretado por la Banda Municipal de Música.
Para muchos vecinos, la cita es también un legado que pasa de generación en generación. “Traigo a mis hijos pequeños para que crezcan conociendo esta devoción, que forma parte de lo que somos como pueblo”, señalaba Francisco Suárez, feligrés teldense, mientras observaba el ascenso de la venerada imagen junto a su familia.
La emoción no solo se vivió dentro de la Basílica. Gracias a la retransmisión en directo de TELDEACTUALIDAD, enlazada con el canal de YouTube de la Parroquia, cientos de personas siguieron el acto desde sus hogares. Entre ellas, María del Carmen Hernández, que no pudo asistir por motivos de salud: “Gracias a la emisión me sentí dentro de la Basílica y acompañada de mi gente”.
Con la Subida, concluye un programa festivo marcado por la devoción, la participación y la emoción compartida. Una vez más, el Santo Cristo no solo volvió a su altar, sino también al corazón de un pueblo que cada septiembre reafirma su identidad y su fe.
Reportaje gráfico de la solemne misa y ceremonia de Subida del Santo Cristo de Telde
























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