Samuel Fernández, director deportivo del CD Las Longueras, posando para TA (Foto: Juan Antonio Hernández)Samuel Fernández Domínguez (Tacoronte, Tenerife, 16 de abril de 1988) asume desde el mes de junio la dirección deportiva del CD Las Longueras, club con el que ya tuvo una primera etapa desde 2018 hasta 2022 en diferentes facetas (preparador de porteros, preparador físico y entrenador), incluyendo el liderazgo del banquillo con el que en 2020, en plena pandemia del COVID-19, consiguió el primer y único ascenso del equipo bermellón a Regional Preferente, del que descendió dos curso después.
¿Qué balance hace de este inicio liguero del primer equipo?
Al final la primera victoria llegó después de dos jornadas en las que, sinceramente, en alguno de los partidos el equipo mereció más. Creo que es una victoria merecida. Los comienzos son complicados, más aún para un entrenador, cuerpo técnico y plantilla que son nuevos en la categoría. Lo importante es que se está trabajando bastante bien, las semanas están siendo buenas y era cuestión de tiempo que los resultados positivos fueran llegando. Estoy contento con la primera victoria, que creo que será la primera de muchas.
Usted regresa al CD Las longueras después de dos temporadas. ¿Qué le convenció para volver?
Salí después de los años del COVID, tras dos temporadas en Preferente. Quería desconectar un poco del fútbol y estos tres años me permitieron afrontar esta temporada con motivación y ganas. El año pasado ya eché una mano al Cadete Interinsular y durante esos meses se barajó la idea de que llevara la gestión deportiva como director deportivo y coordinador. Regresar a Las Longueras es como volver a casa: es una familia que siempre me ha tratado de maravilla y no me lo pensé. Es un puesto nuevo para mí, pero en un entorno que conozco y que me lo hace todo más fácil.
¿Qué recuerdo tiene de su anterior etapa como entrenador?
Fueron unas temporadas maravillosas. Fue mi debut como entrenador en regionales y no se puede pedir más: dos temporadas en Primera, la segunda con ascenso a Preferente, y en el primer año en Preferente terminamos quintos, algo muy complicado. Son recuerdos muy positivos. Sí es verdad que el último año, con el descenso, fue difícil, pero el balance es bueno por los jugadores que pasaron y por todas las alegrías que me dio el club.
¿Qué motivos le llevaron a apartarse del fútbol después de su paso por Las Longueras?
Básicamente los tres años de COVID. Para mí las temporadas se unieron: entre retrasos, papeleo y la incertidumbre de si se jugaba o no, fueron años complicados. No primaba el deporte, sino la pandemia y todo lo que conllevaba. Después de tantos años, fue la gota que colmó el vaso. Decidí dedicarme a mí, a la familia y tener ese tiempo que nunca había tenido desde niño. Me vino de maravilla para desconectar y poder afrontar esta temporada con ilusión renovada.
Ahora vuelve como director deportivo. ¿Fue usted quien designó a Kevin Morales como entrenador del primer equipo?
Justo estaba incorporándome cuando el club negociaba con Pablo [Sánchez], el anterior entrenador. Entonces surgió el nombre de Kevin. Es un hombre de la casa, con experiencia en todas las categorías y varios ascensos. Queríamos un proyecto desde cero con alguien que conociera a la perfección el club y a los jugadores. Se dieron todas las condiciones para firmarlo. Tanto el club como él estaba de acuerdo.
¿La configuración de la plantilla también fue acordada entre el entrenador y la dirección deportiva?
Sí. Muchos jugadores habían trabajado con ese cuerpo técnico en categorías juveniles y cadetes, y junto a ellos han ido creciendo. Varios regresaron al club. La plantilla se conformó entre jugadores que se quedaron y otros que habían estado en las inferiores. Creo que es una buena base para competir en este primer año y sentar las bases de un proyecto positivo a corto y largo plazo.
Esta es la tercera temporada consecutiva en Primera Regional. ¿El club no ha tenido prisa por regresar a Preferente?
No, el club nunca se ha planteado objetivos ambiciosos a corto plazo. El anterior ascenso se consiguió tras muchos años intentándolo. Ahora pensamos en formar un proyecto para que, a medio plazo, podamos estar de nuevo luchando por los puestos altos y el ascenso. Hay que ir paso a paso y con cabeza: no tenemos un poder económico grande, pero sí un entrenador adecuado para crecer poco a poco y que la competición nos vaya marcando el camino.
¿Ese mismo planteamiento se aplica al Juvenil A, que hace dos cursos estuvo en División de Honor?
Sí, totalmente. Se ha hecho una plantilla muy competitiva y el objetivo es ascender a la máxima categoría insular. Fueron dos descensos casi consecutivos y ahora queremos crear las bases para consolidarnos y mirar hacia arriba.
Una curiosidad: el primer equipo suele empezar irregular, alternando resultados, pero termina la temporada a gran nivel.
Es cierto. Siempre se empieza con dudas, pero una de las virtudes del club es que deja trabajar. Cuando se mantiene al cuerpo técnico y a la plantilla, el trabajo acaba dando frutos. Eso se ha visto en los últimos años: se ha trabajado bien, se ha mejorado la plantilla y al final hemos acabado luchando por los puestos altos.
En los últimos meses se han remodelado muchos campos en Telde. ¿La Herradura cuenta con instalaciones acordes a la dimensión del club?
No del todo. Tenemos una cadena abundante —este año recuperamos 11 equipos— y necesitamos mejoras que ya están presupuestadas y aceptadas. El césped tiene años y no siempre está en condiciones para el juego que queremos proponer. Además, la inversión anual en balones es muy grande, porque se pierden muchos en el barranco y la calle. Sería importante mejorar redes, vestuarios e incluso contar con un pequeño despacho que nos permita trabajar mejor.
Hablaba antes de la pandemia. ¿Qué diferencias ve entre el fútbol pre y post-COVID?
A nivel deportivo no veo diferencias. Lo que cambió fue la burocracia: permisos, partidos aplazados, incertidumbre… Eso me cansó mucho. Pero en lo deportivo seguimos teniendo grandes futbolistas, cadenas y clubes, y en cualquier campo de Telde se puede disfrutar de buen fútbol.
Con relación al ecosistema futbolístico, ¿cómo ha visto la evolución del fútbol teldense en los últimos cinco años?
Telde está recuperando el sitio que siempre tuvo. Hay clubes en ascenso y otros nuevos que se han creado. Veo positivo el clima y las sensaciones en los clubes. Es bonito ver este ambiente en la segunda ciudad más grande de Gran Canaria.
¿Se siente orgulloso de que jugadores formados en Las Longueras estén ahora en Tercera RFEF?
Sí, es un orgullo. Las Longueras siempre se ha caracterizado por formar futbolistas y abrirles puertas. Tenemos jugadores como Sullivan, Andrés o Cristian que se formaron aquí y hoy están en Tercera. Verlos competir al máximo nivel autonómico es una satisfacción enorme y un ejemplo para los chicos de la cantera.
Por último, ¿cómo ve la Primera Regional de esta temporada?
Creo que es una de las más difíciles de los últimos años. Hay clubes históricos que van a poner muy caro el ascenso. Auguro un final muy ajustado, en las últimas jornadas, porque hay muchísimo nivel en esta Primera Regional.
























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