
¿Puede un mandatario comparar una protesta ciudadana contra un genocidio con la kale borroka? ¿Puede una presidenta autonómica comparar una manifestación de cien mil personas contra el exterminio de un pueblo con un acto terrorista? ¿Puede un dirigente comparar una manifestación con unos pocos heridos leves y sin ninguna víctima mortal con Sarajevo, donde murieron más de 12.000 personas civiles después de que los serbios sitiaran la ciudad durante casi cuatro años?
Las preguntas son retóricas porque en todos estos casos ha habido políticos que lo han hecho. O sea, que poder se puede. Por eso la pregunta es: ¿una persona con tan poca humanidad puede estar al frente de una institución pública en España? Para mí evidentemente no aunque sé que hay millones de personas que votan por esta gente indolente a la que le corre horchata por las venas y tiene el corazón congelado.
Hay españoles que siguen creyendo los bulos de su prensa mentirosa afín, que machaca cada día al Gobierno de España y especialmente a su presidente, al que trata de deshumanizar en vez de criticar políticamente. Esa prensa que se inventa que entre los manifestantes a favor de Palestina había terroristas de la kale borroka y que hace caso omiso al mentís de la propia policía. La misma que se inventa que fue la Fiscalía la que le ofreció un acuerdo al novio de Ayuso cuando fue justamente lo contrario: fue el abogado del defraudador confeso el que pidió un acuerdo. La misma que se inventa y confunde sin contrastar a la mujer del presidente del gobierno con una empresaria cántabra del mismo nombre que recibió una subvención para su negocio.
Duele profundamente pensar que hay compatriotas a los que les parece más grave el boicot a un acto deportivo para visibilizar la protesta por el genocidio que los 65.000 gazatíes asesinados por el ejército de Israel en menos de dos años. Es exasperante. Como lo es que se llame gentuza a los cien mil manifestantes contra el genocidio en Madrid, como hizo Alfonso Serrano, el número dos del PP madrileño. No me cabe duda de que se estaba mirando en el espejo cuando profirió tal barbaridad. ¿Gentuza, y tú me lo preguntas?. Gentuza eres tú.
Aznar definió como genocidio lo que ocurrió en la guerra de los Balcanes en la antigua Yugoslavia cuando las fuerzas serbias aniquilaron a buena parte de la población en Bosnia y también lo hizo la matanza de tutsis por parte del Gobierno hutu de Ruanda. Es la doble vara de medir de la derechona: acepta la bandera de Ucrania para reivindicar la paz pero no la de Palestina. Unos son europeos rubios y blancos mientras que los otros no lo son, tienen la piel más aceitunada y además tienen la culpa de ser pobres.
Muy mal tienen que estar las encuestas internas que maneja el PP para que sus dirigentes más destacados exuden tantos exabruptos y ataques a los que piden al gobierno de Israel que cese el exterminio. Hay muchos descerebrados que llaman antisemita a todo aquel que pide el cese de la matanza. Sacan el comodín insultante y llaman terroristas y defensores de Hamás a todo aquel que pide el final de esta barbaridad televisada en directo aunque cada vez menos porque Netanyahu prohíbe el acceso de los periodistas a la zona para que no puedan contar la verdad al mundo. Los pocos que quedan porque los demás están muertos por las balas y las bombas del ejército israelí.
Para ellos pedir que se detenga una matanza cruel e indiscriminada es ser antisemita y querer el mal para los judíos y los habitantes de Israel. Demencialmente malvado.
Están llamando antisemita a nueve de cada diez españoles, algo que estadísticamente es imposible. Siete de cada diez votantes del PP también lo llaman genocidio. Es más, la mayoría de la sociedad israelí está en contra del exterminio perpetrado por Netanyahu, según todos los sondeos realizados en el país, pero el genocida (ya se ha pronunciado la ONU esta semana) sigue lanzando bombas de manera indiscriminada e impía.
Cada vez que el mundo pide el fin del genocidio los argumentos de los que defienden a Netanyahu se resumen en una pregunta: ¿y cuándo condenan el secuestro de los rehenes y piden su liberación? Como si los millones de personas que condenan el exterminio en Gaza no hayan condenado reiteradamente el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023 y la captura de rehenes. Se trata evidentemente de un subterfugio endeble y vil porque saben que la actuación militar de Israel no tiene ninguna justificación. Mientras todo el mundo condena la violencia desmedida, ellos se agarran al bestial ataque primigenio. Eso justifica para ellos los casi sesenta y cinco mil muertos en Gaza. Inhumano y disparatado. Como si un ataque terrorista justificara los miles de niños asesinados por bombas o por hambre. Hay que estar muy deshumanizado para defender esta matanza sin el más mínimo pudor y rubor.
Esta semana ha vuelto la Champions del fútbol europeo. Mientras el Athletic de Bilbao permitió la entrada de banderas palestinas a San Mamés para reivindicar el fin del exterminio, el Real Madrid lo prohibió taxativamente y requisó todas aquellas que llevaban los aficionados al estadio con la disculpa de que la UEFA no permite politizar los actos deportivos. En cambio, ese mismo Real Madrid de Florentino Pérez colocó una gran bandera ucraniana después del primer ataque ruso a su vecino del Oeste. En Gaza, Israel ha asesinado a 16 veces más palestinos que Rusia ucranianos. El cinismo y la indecencia del club presidido por Florentino Pérez son demoledoramente insultantes.
La indecorosa Ayuso ha prohibido la bandera palestina en los colegios madrileños porque para ella reivindicar la paz, los valores y los derechos humanos es una excentricidad improcedente. Llevaba años permitiendo la colocación de la bandera ucraniana en los centros educativos ya que era una justa reivindicación de la defensa de derechos humanos esenciales.
En los colegios seguirá habiendo resistencia pacífica. A Ayuso le gustará mucho la fruta pero muy poco la sandía palestina. Aunque me temo que en esta ocasión se la tendrá que comer entera y con papas.
Cristóbal D. Peñate es periodista.
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