
A menos de cien metros de León y Castillo, la arteria principal de Telde, vecinos de La Montañeta, Unión y Ramal aseguran vivir en un barrio “de la cumbre”. El empedrado irregular de las calles impide la movilidad de personas mayores y enfermas, y dificulta incluso la atención sanitaria. Tras décadas de quejas, reclaman una solución urgente al Ayuntamiento.
«Estamos a menos de cien metros de la calle León y Castillo, una de las vías más importantes de Telde, y parece que vivimos en un barrio de la cumbre», lamenta, en declaraciones a La Provincia-DLP, Concepción Martel, vecina de La Montañeta. Su marido Fernando, con movilidad reducida, necesita un bastón o un taca-taca para salir a la calle, pero el suelo empedrado lo hace imposible. “Con ayuda de mis hijos o de vecinos lo trasladamos hasta la calle Los Sabandeños para que pueda ejercitarse”, explica.
El problema afecta también a la atención sanitaria. Martel denuncia que «los coches no pueden subir por los escalones y no se puede evacuar a enfermos en silla de ruedas o camillas, porque el empedrado obliga a los sanitarios a cargar a peso».
Las hermanas Olga y Carmen Rivero, vecinas de la calle Ramal, confirman que llevan años reclamando mejoras. «La reforma de la calle se hizo en los años 80 y desde entonces nada ha cambiado», señala Olga, que insiste en que la situación es especialmente grave para las personas mayores: «No puedes dejar a la gente incomunicada, sobre todo cuando precisan atenciones urgentes por su edad».
El joven Doramas, también residente, recuerda su propia experiencia: «Tuve un cólico de riñón y tuve que bajar yo mismo porque no podían sacarme por la calle». Añade que a diario ayuda a vecinos mayores que intentan subir con la compra, «porque los carritos no ruedan por la altura de las piedras».
Los residentes piden que se tome como referencia el adoquinado de San Francisco, que sí permite la movilidad, y aseguran que no reclaman más que eso: un suelo que no suponga un riesgo para quienes viven en la zona.
El Ayuntamiento reconoce la problemática. El concejal de Obras Públicas, Iván Sánchez, confirmó que los servicios sociales y su área se han coordinado para buscar soluciones: «Nos hemos empezado a mover porque hemos visto que es necesario. En esta calle, especialmente, hay que actuar para facilitar la movilidad y accesibilidad. Esa es una de nuestras prioridades».
























Arturo Castillo | Miércoles, 10 de Septiembre de 2025 a las 12:57:02 horas
Este tipo de empedrados (de canto rodado pequeño o guijarro), por mucho patrimonio cultural que sea, es un verdadero TOSTÓN para la movilidad, no sólo de personas mayores o con problemas de movilidad, sino para cualquier viandante que transite esta clase de superficie. Al parecer es una costumbre que viene de los romanos, entre otras culturas, y se aplicaba por distintas causas, pero en el contexto actual es un incordio con poco sentido funcional, salvo en algunas zonas rurales, combinado con una parte de firme más estable en calles lo bastante anchas. Pero no es el caso en esta zona.
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