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Jueves, 25 de Septiembre de 2025

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Colaboración

El bienestar de la gente en Canarias: ¡lo primero!

Héctor Morán

HÉCTOR MORÁN 1 Lunes, 08 de Septiembre de 2025 Tiempo de lectura: Actualizada Lunes, 08 de Septiembre de 2025 a las 11:05:28 horas

Damos por finalizado el mes de agosto y, en este punto, conviene tirar la vista atrás para constatar que los asuntos que afectan de verdad a la sociedad canaria, aunque un poco opacados por el sensacionalismo de alguna serpiente de verano, siguen ahí. Y decimos que acaba el mes de agosto y no el periodo vacacional porque somos conscientes de que hay centenares de miles de personas que no las han tenido, ni siquiera han podido disfrutar de un pequeño esparcimiento que les haga olvidar los agobios que sufren en su vida diaria.

 

Como saben, venimos insistiendo en que los altos índices de ocupación turística, el consumo incesante del territorio más valioso, la creciente demanda de bienes y servicios… son el fruto de ofrecimientos publicitarios, oficiales u oficiosos, hechos sin un análisis riguroso que avale si Canarias puede o debe satisfacerlos sin poner en riesgo su futuro inmediato. Nos referimos, naturalmente, a la llegada masiva de turistas, al descontrol de la carga de población estable, a esa carrera alocada de construcciones e infraestructuras hoteleras, a la incapacidad de gestionar un crecimiento que nos aboca inevitablemente al fracaso… En definitiva, a una situación que da la razón a esa sabia reflexión de nuestros abuelos cuando nos decían: “No te eches a la boca, muchacho, lo que no puedas revolver”.

 

Pero no somos gente ilusa. Mientras puedan, la vieja política, los grandes lobbies económicos y algunos medios de comunicación seguirán erre que erre porque de ello depende su propia supervivencia. Se postulan como heraldos y garantes de ese desarrollismo, se llenan la boca con propaganda, ordeñan las ubres que ofrecen los recursos naturales de nuestras Islas, buscan el éxito de hoy incluso a costa de la ruina que pueda traer para mañana… Venden o permiten que se venda el futuro de las Islas a un espejismo envenenado que, a la vista está, nos condena a la precariedad como país.

 

Algunos hablan ahora de responsabilidad, de gestión ética, de obediencia canaria, pero quizás convenga dejar en el aire unas preguntas muy sencillas: ¿A quién o quiénes han estado obedeciendo todos estos años que ocuparon el gobierno de las instituciones? ¿Qué era entonces “lo primero”?, ¿Por qué no han permitido la renovación y que entrara aire nuevo en sus organizaciones…?

 

Drago Canarias no quiere eludir ningún debate, por agrio o comprometido que sea. A nadie se le escapa que hemos puesto encima de la mesa muchas de las controversias que se abren camino en amplio consenso social —decrecer en turismo, la dualidad política de estricta obediencia canaria frente a la disciplina estatal, urgencia de renovación política y dar paso a la juventud, limitación efectiva de mandatos, ley de residencia, tasa turística ambiental, control de accesos a espacios protegidos salvando el derecho de los vecinos, garantías de seguridad ciudadana y de país, participación ciudadana, transparencia real, soberanía sin limitación alguna, ect.—.

 

Hoy, además, queremos comprometer públicamente que los cargos públicos de Drago Canarias siempre pondrán por delante el bienestar de las personas en aquellas instituciones que nos coloque la ciudadanía. Dicho con claridad, la cuestión social de nuestra gente será siempre lo primero: los salarios, la sanidad, la vivienda —sea en propiedad o en alquiler social—, la educación, la cultura, la energía, la sostenibilidad de los modelos de crecimiento y desarrollo que den tranquilidad a las familias… Siempre desde una óptica progresista. Los demás asuntos, sin cuestionar ni un ápice su importancia, no van a contaminar un activismo político que busca obtener el apoyo transversal y la fuerza electoral suficiente que nos permita, desde dentro de las instituciones, afrontar o exigir los cambios administrativos y/o legales que comiencen a revertir las altas cotas de injusticia social de las familias canarias y todas los ejes comentados anteriormente. Dicho sin eufemismos y con total determinación.

 

Que nadie se engañe pues, la punta del compás de la gestión de Drago Canarias no estará puesta en ningún extremo —habitualmente ficticios—. Nacimos con la clara vocación transformadora de una realidad sociopolítica compleja y profundamente subordinada y dominada por intereses y agentes políticos y económicos foráneos, y en eso estamos. Nuestros documentos organizativos son claros, pero no vamos a quedarnos enredados en debates sobre quién es más de izquierdas, más soberanista, más genetista, más independentista, más… El posicionamiento ideológico de Drago Canarias está en sus Estatutos, en sus resoluciones, en sus comunicados, en las ponencias vigentes y, además, estará al dictado de aquello que vayan marcando los órganos del partido en cada momento, pero esta organización no considera necesario ni oportuno abrir ahora torneos competitivos ni mirarse en esos ombligos. Al contrario, teniendo clara la defensa de las identidades, la posición soberanista, la necesidad de un sistema confederal, la inequívoca obediencia canaria en la decisión política, el soberanismo y refrendo popular sin limitaciones, creemos que toca empujar en aquellas cuestiones sociales que mejoren sustancialmente los índices de precariedad que abruman a cientos de miles de canarias y canarios y, llegado el caso, que nadie dude que lo haremos con el apoyo de Agamenón o de su porquero.

 

En definitiva, consideramos que no hay tiempo que perder en la implementación de políticas canarias, insulares o locales que mejoren esos índices de bienestar que nos colocan en el pelotón de cola de calidad y satisfacción de otras sociedades del Estado. Lo contrario sería orillar, por propio chauvinismo ideológico, la razón de ser de las políticas que afectan a la cartera y a la nevera de las familias canarias. Es preciso adaptarse a los nuevos desafíos que plantea la pluralidad democrática, denunciar la incapacidad de la vieja política para implementar en la gestión un tiempo más coral y cooperativo, no plegarse a la presión de intereses que dejan en la cuneta a demasiada gente, a extremar controles que destierren la idea de comportamientos corruptos… En pocas palabras, romper con muchas recetas de la gestión tradicional, se digan de izquierdas o de derechas.

 

No importa desde el ángulo que se mire, resulta evidente que a pesar de los altísimos índices de crecimiento que tiene, Canarias está perdiendo el tren de las sociedades más justas, más avanzadas y democráticas. Y, precisamente por eso, entendemos que toca poner el foco en las políticas sociales, en cambiar la forma de gestionar, en dejar de rehuir temas tan delicados como la realidad poblacional, modular el consumo de recursos y de un territorio extremadamente sensible y finito, repensar nuestra realidad archipelágica como una suerte de realidades insulares con problemas y soluciones interrelacionadas… En esa mudanza de poner, de una vez por todas, el bienestar de las personas como lo primero de lo primero está Drago Canarias. Ese es y ese será nuestro compromiso. ///

 

Héctor Morán es responsable de Organización y Confederalidad de Drago Canarias.

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