
La Garita rugió anoche. No fueron las olas, ni el bufadero, sino el rugido eléctrico de guitarras, bajos y baterías que transformaron la plaza en un altar sonoro. El Garita’s Rock volvió a demostrar este domingo que el rock no es pasado, sino presente ardiente, que enciende gargantas, mueve cabezas y hermana a generaciones enteras bajo un mismo riff.
Desde que el sol empezó a caer y las primeras luces bañaron de rojo el escenario, se supo que no sería una noche cualquiera. ToK2, hijos de Telde y guardianes de esta cita, marcaron el pulso con fuerza. A su lado, los veteranos de Represión 24 Horas, que celebraban tres décadas de resistencia musical, recordaron que el punk y el metal no entienden de arrugas. Homo Sapiens, Malformaciones Kongénitas, Praedium, The Old Cave y Subresiduos añadieron capas de furia, melodía y compromiso, completando un mosaico de rock insular que se planta con dignidad ante cualquier escenario del mundo.
Y cuando Lujuria, desde Segovia, descargó su heavy metal militante, la plaza entera se convirtió en un mar de puños en alto. La voz de Óscar Sancho se mezcló con la brisa atlántica y los coros del público, demostrando que la música, cuando es honesta, no conoce fronteras.
Entre camisetas negras, melenas al viento y familias que compartían cerveza y batucada metálica, la plaza de La Garita vivió una comunión rockera: niños sobre los hombros de sus padres, veteranos que han visto pasar décadas de conciertos, jóvenes descubriendo que el rock también les pertenece.
El Garita’s Rock no es solo un festival: es resistencia cultural. Es el recordatorio de que el ruido también construye identidad, que Telde puede sonar tan alto como quiera, y que cada septiembre esta plaza se convierte en catedral del heavy y refugio de quienes creen que tres acordes pueden cambiar el mundo.
Reportaje gráfico y videos del festival rockero de La Garita






















luis | Martes, 09 de Septiembre de 2025 a las 12:44:44 horas
vaya concierto (nada comparado con lo esplendido del Gariteque, donde la buena musica, disfraces y buen rollo estuvo presente). Para gustos los colores, pero una miniplaza para ese escandalo de ruido durante muchas horas es para hacerselo mirar a los organizadores..pobres vecinos esa noche..y de las letras de las canciones qué decir: mucho ruido y poco respeto..
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