
Ninguna formación política puede pactar con quien ha intentado destruirte. Primero, desde dentro. Luego, desde fuera. Por partida doble. Si después de eso, más el proceso ejecutado con alevosía y ensañamiento, te reagrupas, estás acabado. Los partidos, como las personas, tienen autoestima. La única vía que le queda a NC, y es valiosa, es diferenciarse todo lo que pueda (fiel a su ideario) con respecto a los que han intentado laminarla. Si
entra en arreglos, martingalas y aceptar difuminar el proyecto con quien está claro que no lo comparte, NC estaría acabada. Y de aquí a las próximas elecciones quedan menos de dos años.
Precisamente, la situación es tan tajante porque así lo han querido los que intentaron dinamitarte. Si accedes al amago, si negocias, te diluyes. La opinión pública perderá el respeto por ti. NC se juega su futuro, su autoestima y su razón de ser en consonancia con lo que ha representado en el nacionalismo de izquierdas a una carta en 2027.
El liderazgo de Luis Campos acaba de comenzar y tiene que consolidarse bregando a diario. Si no lo hace, si se borra por acuerdos con terceros, su camino estará encogido, con fecha de caducidad. Y eso NC como organización no puede tolerarlo. Evidentemente, el ritmo y el horizonte de expectativas, tras la procurada masacre interna y el transfuguismo, no es el de las restantes siglas. Eso te da sosiego, humildad y perspectiva. Solo puede venir ir a mejor.
Si NC asume que le contaminen, sería el fin. No puedes estar escuchando canción protesta de cantautor en el teatro Víctor Jara en Santa Lucía de Tirajana y a la vez desfilando para jurar bandera en otros municipios. Entiéndase bien lo que quiero expresar a modo ilustrativo. No hay organización que lo resista. Esto ha ocurrido, se podía intuir y, finalmente, ocurrió. Los que asumen el nacionalismo de izquierdas están en NC. Los que no, se marcharon. No hay más. Si juegas al chalaneo y a olvidar lo acontecido, sería finiquitar a Luis Campos y a un proyecto en fase de regeneración que comienza a generar cuadros y concentrar afiliación. Es de primero de Ciencia Política. Y no hay tiempo que perder. Cara o cruz. Si la realidad es tan límite, es porque así lo han pretendido. Quisieron reventar NC. Los hay, y muchos, que quieren preservarla al alimón del nuevo ciclo liderado por Luis Campos. No hay vuelta atrás.





















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