El dilema de Ando Sataute

No tiene que ser fácil la situación que atraviesa José Armengol. Trató que la crisis política desatada por los alcaldes escindidos, por un lado, y los tránsfugas, por otro, no llegase a Santa Brígida. Que fuese resuelta en las esferas altas y le viniese dada la solución. Es normal, hay mucho en juego. Ando Sataute representa el espíritu cívico nacido tras el 15M y las olas ciudadanas. Hasta ahora se ha sentido cómodo al amparo de los tres mandatos de Antonio Morales en el Cabildo de Gran Canaria. El agüimense de la ‘ecoisla’, el exregidor vanguardista del sureste, el dirigente que fomentó la cultura, es fiel reflejo para las inquietudes de los que están y rodean a Ando Sataute desde su nacimiento. Sin embargo, ese mundo de la izquierda canaria de Morales lo han traicionado, se ha desvanecido por operaciones palaciegas y afanes de acumulación de casar puestos y poder al precio que sea, sin ideología y obviando el esfuerzo de las generaciones anteriores.

Ando Sataute tiene que escoger entre el nacionalismo de izquierda en Canarias (NC) o abandonarse a la senda de la búsqueda arribista de negociados, la venta a CC y ceñirse a ser satélite al albur de la derechización insuflada desde fuera. Los satauteños están atentos. Incluso, numerosos profesores de instituto y universidad, así como gente de la cultura, está muy pendiente de la decisión que tome Ando Sataute a finales de septiembre. Si apuesta por la derechización y por secundar a CC, el descontento se apoderará en las medianías de Gran Canaria, retirándole el voto al actual alcalde.

Está la tercera opción de no mojarse y enclaustrarse en lo local. Pero sería perjudicial para Ando Sataute pues obligaría tanto a NC como a los otros a montar candidaturas en los comicios de 2027; restándole apoyo a Armengol. Además, sería como ponerle coto o fecha de caducidad a un proyecto que ha albergado tanta ilusión, que (evidentemente) debe aspirar a más, a no renunciar al debate político en la isla y en Canarias. Ando Sataute tiene que tomar partido.

Le ha llegado la hora a Armengol. Tiene que adoptar una decisión, en grupo claro está. Se espera que ahora, toda crisis es una disyuntiva, supone una oportunidad, escoja la vía congruente con lo que ha sido Ando Sataute y Morales: el nacionalismo de izquierdas en Canarias. De no hacerlo, de no querer implicarse aunque fuese por omisión, tendrá un coste para la organización satauteña y, de paso, perdería una gran ocasión para ser referente al alza del progresismo en Gran Canaria. Además, del coste electoral.