Ilusión del nacionalismo de izquierdas

La ilusión es semilla militante. NC ha aguantado la embestida. El ataque fue feroz, aliñado con alevosía y ensañamiento para que el cronograma de las desconexiones resultara cruel y despiadado. Ofrecieron de todo. Pero no todos se fueron. La sabia nueva retoña, la vida irrumpe. La pasión, también en política, se desata y genera y concatena nuevas ilusiones. El objetivo es preservar el espacio histórico que ha representado (y representa) el nacionalismo de izquierdas en Canarias, la izquierda isleña. Y, por cada esfuerzo, se suman voluntades al proyecto. El eco de la justicia social nunca tiene límites. Si no pudieron acabar con NC, por mucho que ansiaron el daño, si no han dinamitado este espacio, solo resta bregar y honrar la memoria intergeneracional desde la Transición hasta la actualidad.

Los mejores propósitos son los guiados por la honestidad, la claridad ideológica y la certeza de no estar hipotecados a culturas de poder atadas a los cargos. Evidentemente, importa la presencia en las instituciones, pero no lo es todo a diferencia de los que envalentonan el frenesí del poder por el poder; relegando ideologías, trayectoria coral y practicando la confusión rezumada de populismo. 

Canarias no puede perder su nacionalismo de izquierdas. Esta tierra y su clase trabajadora lo merecen. Desde luego, hay terceros (algunos añadidos tras romper filas inesperadamente) que se han apuntado a la desbandada de la derechización. A fin de cuentas, ya se sabe que cuando uno dice que es apolítico o que no es de izquierdas ni es de derechas, es que entonces es de derechas. De lo contrario, sería negar que la sociología y las estructuras de poder no incidan y predeterminan la sociedad. Máxime, en Canarias; fuente de caciquismos perpetuos.

La política son emociones, tiene mucho de sentimiento ligado a las luchas colectivas y la defensa de aquello en lo que crees. Los partidos no son gestorías. Mucho bien ha hecho el nacionalismo de izquierdas en el archipiélago cuando han tratado de eliminarlo. Pero se comienza, otra vez, y la parábola evangélica del pescador de mujeres y hombres arranca. Sin engañar, con principios diáfanos para que la ruta a emprender salga bien. Lo peor ha pasado. Solo cabe albergar desde ahora parabienes y noticias positivas. NC no ha sucumbido a las traiciones. NC persiste ante los que han pretendido finiquitarla. Mas toca entregar los mejores esfuerzos para que el nacionalismo de izquierdas prosiga en Canarias en 2027; le pese a quien le pese.