
El barrio de El Caracol inauguró en la tarde-noche de este viernes sus fiestas patronales en honor a San Ramón Nonato y la Virgen de la Merced, con un pregón cargado de sentimiento y memoria a cargo de Juan Franco Hernández, conocido como “El ranchero”.
El acto comenzó a las 20.30 horas en la plaza del barrio, con la asistencia de un numeroso grupo de vecinos, familiares y autoridades públicas, entre ellas representantes del Ayuntamiento de Telde, que quisieron acompañar al pregonero en esta cita tan especial. La velada estuvo amenizada por la música de la parranda Ya te dije, que aportó el toque festivo a una jornada en la que tradición y emoción caminaron de la mano.
Durante su intervención, Juan Franco ( el texto del pregón fue leído por su nieta Amanda Franco debido a la avanzada edad de su abuelo, con más de 90 años), evocó recuerdos de toda una vida ligada al barrio: su etapa como ranchero, su trabajo en el almacén de Los Mayores y en el reparto de agua por distintos rincones de Telde, así como su dedicación a la agricultura. Con palabras sencillas y cercanas, hizo un repaso por las costumbres, la memoria colectiva y la importancia de mantener vivas las raíces.
El pregonero también recordó a su inseparable esposa Antonia, “La Clavellina”, vecina muy querida que destacó por su entrega y colaboración con las fiestas del barrio, arrancando los aplausos y la emoción del público.
Con este pregón, El Caracol dio el pistoletazo de salida oficial a sus festejos, que se extenderán durante varios días con un variado programa de actos culturales, religiosos y lúdicos, organizado por el Patronato de Fiestas y Cultura San Ramón Nonato.
La noche culminó en un ambiente de fraternidad vecinal, con la sensación de que el barrio celebraba no solo a sus patronos, sino también a la figura de un vecino que encarna la memoria y la identidad de El Caracol.
Texto del pregón leído por Amanda Franco
Autoridades presentes, patronato de fiestas, medios de comunicación, queridos vecinos, a todos les doy las buenas noches y les doy la bienvenida, a este acto inaugural de las fiestas patronales de San Ramón Nonato y la Virgen de la Merced, acto le ha tocado asistir este año como pregonero a Juan Franco Hernández, conocido por todos como “Juanito Franco el ranchero”. Yo como nieta suya, haré de locutora y pondré voz a todas sus vivencias, debido a que mi abuelo por su edad y salud, no puede hacerlo.
Hijo de Juan y Luisa, además de sus otros siete hermanos, siendo él el segundo hijo nacido. Mi abuelo nació el 07/01/1935 en Ejido y criado en ese mismo barrio, se afincó en este barrio desde muy joven, porque su mujer era nacida y criada aquí, por lo que el amor hizo que mi abuelo hiciera toda su vida y formara su familia, en este barrio.
Cuando se casaron se fueron a vivir a Las Tosquillas, donde nacieron sus seis hijos, Juan, Fernando, Luis, Manuel, Antonio y Sandra. En el año 81 decide mudarse a su actual vivienda, que fabricó con mucho esfuerzo y sacrificio con la ayuda de sus hijos y su esposa, debido a que su casa anterior iba a ser demolida, cosa que al final no sucedió que como dice él “Tu abuela me engaño como los chinos”, para que se quedaran a vivir en El Caracol. Era tanto el amor que sentía mi abuelo por mi abuela, que tomó la decisión de hacer El Caracol su residencia fija, dejando la otra casa como segunda vivienda.
Comenzó a trabajar muy joven en el almacén de Los Mayores, por más de treinta años, empezando como agricultor, para con el tiempo aprender la profesión de la cuál luego fue su modo de vida, ser ranchero de ahí su apodo y por lo que es conocido. Después de todos esos años se dedicó a cuidar un pozo de agua en el Lomo Magullo, repartiendo el agua que le compraba a su gran amigo Pepe Medina, para luego vendérsela a los vecinos que necesitaban el agua, para regar sus tierras, y tal era su bondad que como decía él, “bastante buenas propinas me llevé con Medina”, por su generosidad y predisposición a ayudar a todo el mundo. Entre los barrios a los que les repartía agua están los siguientes: Lomo Magullo, Los Arenales, Lomo Pollo, Cruz de Jerez, Las Huesas y El Caracol, durante quince años siendo está profesión su pasión y lo más que le gustaba. Además de eso también fue agricultor en nuestro barrio, atendiendo su finca para vender los frutos y así alimentar a su familia.
Una de las personas que más recuerda mi abuelo es a Carlos Marrero, el cual le da nombre a la cancha del barrio. Querido por todos los vecinos que lo consideran un tesoro y de las personas más valiosas del barrio, ya que ha presenciado con sus ojos la evolución de este barrio en las últimas décadas, del que los vecinos se refieren a él como un gran trabajador, además de ser reconocido por ser un hombre atento y cariñoso con todo el mundo.
Ahora vamos a hablar de Juanito a nivel personal, como conoció a mi abuela Antonia, conocida como “La Clavellina”. Ella vivía frente a la casa de su hermana Nena, dónde conoció a mi abuela la cual estuvo conquistando por cuatro años, con la que se terminó casando y formando su propia familia. Todos los días por la tarde, era costumbre reunirse en el garaje de mi abuelo, sus hijos y sus nietos, para merendar o pasar el rato, viendo fútbol o jugando a la sanga. Un dato curioso es que mi abuela los bocadillos, los tiraba por el patio después de que todo el mundo se los pidiera gritando, momentos que a mi abuelo le hacía muy feliz, teniendo a toda su familia en casa.
Siempre fue un hombre muy hogareño, que le encantaba pasar tiempo con su familia, además de buen vecino y muy querido por todos nosotros. Siempre decía con orgullo ser el socio número 99 de la asociación de vecinos del caracol, quejándose a menudo de que no había cancha para los jóvenes, ni un local decente para la asociación. Además siempre participaba de manera activa en las fiestas, en torneos de sanga y otras actividades. Él siempre decía que detrás de él siempre estaba su gran mujer, que participaban juntos en las mismas y las disfrutaban todos los años.
También recuerda con nostalgia a todas las personas de su época, que por desgracia ya no están entre nosotros, estando muy agradecido con todos ellos por la ayuda que le dieron en su momento. Otra de las vivencias que el recuerda con cariño, son las famosas giras como él dice, que organizaba el barrio en las que, acompañado siempre de su inseparable mujer y nieta, disfrutaban con el resto de los vecinos del barrio. Para Juanito su familia no son seis hijos, sino siete ya que a su nieta Amanda la considera una más, ya que la crió y ha estado con él desde que nació.
El momento más doloroso de Juanito fue la pérdida de su Clavellina, ya que como él mismo dice, a partir de ahí su vida se paró y nada volvió a ser igual. Su sonrisa y sus ganas de vivir ya no son las mismas desde aquel fatídico día. Aunque sus hijos y su nieta lo arropaban para intentar seguir la normalidad, lo cierto es que para Juanito ya nunca nada fue igual, su mujer era el alma de su casa.
Una de las cosas que más le afecta a mi abuelo, es saber que mi abuela no tuvo la oportunidad de conocer a ninguno de sus ocho bisnietos, ni al nieto más pequeño. Él recuerda y se ríe cuando en su casa estábamos mis primos Yanira, Raúl, Alex y yo haciendo travesuras, como una vez que yo le dije a mis primos que saltaran a la casa de abajo, para coger el teléfono que yo necesitaba llamar y mi abuelo no se iba a enterar, pero para nuestra sorpresa Juanito sí se enteró de todo, echándonos para afuera diciéndoles “Que hacen aquí bandidos”, pero a mí siempre me dejaba como la buena, sin saber que era yo quien mandaba a los demás.
Cuando él estaba malito decía que no tendría ningún bisnieto, textualmente decía “Me vaoy a morir sin tener un bisnieto”, pero una de las alegrías más grandes y que le volvieron a dar ganas de vivir, fue la llegada de su primer bisnieto Sandro. Cuando se enteró no podía creer que fuera de su nieta Amanda. Volcó en ese bisnieto todo su amor y cariño paternal que siempre le caracterizó.
Juanito les agradece y es para él un orgullo ser pregonero de su barrio, teniendo una lástima muy grande por no poder ser él quien esté aquí, pero espero de corazón haberlo representado lo mejor posible, mostrando su lado más humano y familiar. Sin más agradecer a todos los presentes el estar aquí y acompañarnos en este pregón que da inicio a las fiestas patronales del Caracol.
¡Viva la San Ramón Nonato y la Virgen de la Merced!
Reportaje gráfico del pregón de las fiestas de El Caracol 2025
























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.48