La playa de La Garita, en la costa de Telde, regaló este martes al atardecer un espectáculo natural único, con mar de fondo, oleaje intenso, viento moderado y un velo de calima que tiñó de tonos dorados el horizonte.
Vecinos y paseantes que se acercaron a última hora de la tarde a la playa de La Garita pudieron contemplar un paisaje de fuerza y belleza natural, captado magistralmente por el colaborador gráfico Antonio Rico
El mar, con fondo notable, golpeaba con intensidad contra las rocas levantando columnas de agua que se alzaban varios metros, mientras el viento moderado acompañaba el movimiento del oleaje.
La jornada se vio además marcada por la calima, que cubrió el cielo con un tono blanquecino y filtró la luz del sol poniente, creando una estampa singular en la costa teldense. Las montañas de agua que se levantaban al romper las olas contrastaban con el color cálido del cielo, ofreciendo imágenes que no pasaron desapercibidas para quienes se encontraban en la zona.
Este fenómeno, habitual en determinadas épocas del año, recuerda la fuerza del Atlántico en el litoral grancanario y convierte rincones como La Garita en un escenario natural privilegiado.
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