Dos murales homenajean la tradición familiar de las Herrera en la Traída del Agua

La familia Herrera es sinónimo de tradición en Lomo Magullo. Siete hermanas, herederas de un legado transmitido de generación en generación, se reúnen cada año para cumplir al pie de la letra con los ritos de la Traída del Agua. Vestidas con la indumentaria típica y luciendo en el pecho de la camisa las tallas que las identifican como familia, se convierten en protagonistas de una de las celebraciones más emblemáticas del pueblo.

Este año, esa historia se ha plasmado en dos murales. El primero muestra a las hermanas y otros familiares en plena fiesta, entre música, cánticos y la algarabía de vecinos y visitantes. El segundo retrata un escenario cargado de simbolismo: la casa de la matriarca, fallecida hace unos años. Allí, cada final de traída, la familia guarda agua de la acequia para rociar la puerta en su honor. Acto seguido, una persona diferente rompe una talla frente a la entrada, cerrando así un ritual que combina recuerdo, respeto y unión.

La idea y la ejecución de los murales llevan la firma de Javier Pérez Herrera e Ylenia Herrera Ravelo, quienes trabajaron para captar las escena y el espíritu de una tradición que, para los Herrera, es tanto una celebración como un vínculo entre generaciones.