
No cabe duda que Alberto Núñez Feijóo vive su verano más tranquilo, en términos políticos, desde 2023. Estén las vacaciones sobrevaloradas o no, era una broma que lanzó, no le den más vueltas, el decirlo indica que está seguro, sobrado y que tiene el campo despejado. Es más, se agradece que los políticos se suelten y se muestren con naturalidad, tal como son. Ya lo hizo José María Aznar ante Bush hijo poniendo las piernas sobre la mesa… Basta ya de estar midiéndoles por cada palabra, por cada gesto, con ánimo inquisidor. Pedro Sánchez está dispuesto a hundir al PSOE con su figura, ni un mero atisbo de recambio en Ferraz mientras prosigue las andanadas de José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García. A cada audio de Koldo que se conoce, mayor es el bochorno. El ‘sanchismo’ se alza sobre la putrefacción de un trio con poder, demasiado poder, en Ferraz desde los inicios de Sánchez.
Ayer el diario ‘El Mundo’ publicó el barómetro elaborado por Sigma Dos. 152 escaños (34,9% de los votos) le da al PP a diferencia de un PSOE que cae hasta los 108 actas (26,7% de los sufragios). Por lo demás, sin necesidad de detallar, apunta que Vox crece y que, evidentemente, la división de las izquierdas penalizan a Sumar y Unidas Podemos, este último aislado en un iglú mental (a lo suyo) que reverdece una supuesta puridad mientras ensueñan la Tercera República, o a saber qué martingalas.
Con este panorama, Feijóo cabalga a sus anchas como si estuviera en un cómic de Lucky Luke, repartiendo justicia entre forajidos, con alma de llanero solitario que sabe que está a punto de vencer a los demás. En realidad, no hay mucho misterio en todo esto. A mayor corrupción, más desmovilización en la izquierda. A más desunión, más desencanto en la izquierda. Nada nuevo bajo el sol.
A todas estas, el PP va lanzado a los comicios andaluces de 2026. Saborean una mayoría absoluta, sin Vox, contra la que poco o nada podrá hacer María Jesús Montero. La van a quemar en el sur peninsular en vez de retenerla en Madrid para menesteres futuros. En verdad, que la lleven como candidata andaluza es un síntoma de que Sánchez no piensa en su sucesión. Salió por los pelos en 2023, aun no siendo el más votado, y en vez de preparar al PSOE para el medio plazo, está en clave ‘monclovita’ creyendo que puede seguir gobernando sin más. Y tan pancho.
Freeman | Lunes, 04 de Agosto de 2025 a las 13:30:59 horas
Recordar que Feijóo intentó organizar una dictadura sanitaria en Galicia, justificándose en la Farsemia covid, e incomprensiblemente después de aquello, no sólo no desaparece de la política y es juzgado por ello, sino que su partido lo pone como candidato a presidente. Que Vox es el partido con mayor disidencia y autoritarismo interno, y que junto con el PP, fueron los primeros en volver a apuntarse a obligar al inmundo, inútil y degradante trapo facial en centros sanitarios. Y del PSOE, qué decir, aparte que se se pasó por el forro la Constitución, las leyes, la salud pública y la verdad desde marzo de 2020 en adelante de una forma grotesca y dictatorial, por lo que aún no ha rendido cuentas. Po cierto, ¿por qué no comentan el éxito creciente y la censura sistemática de Se Acabó la Fiesta, de Alvise Pérez. Los "rumores" dicen que tuvo un éxito rotundo hace poco en Las Palmas de GC. Y conste que no hago actos de fe (votar) por nadie, mientras no existan fórmulas de control permanente del Pueblo sobre sus gestores, sin esperas de 4 años. Si un presidente puede "cambiar de opinión", con más razón debe poder un Pueblo, sobre la marcha, con autoridad, sin largas esperas, en cuanto los gestores elegidos por él se "salgan del tiesto".
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