
Curiosamente, cuando el PP valenciano está alicaído y enfrentado entre Camps y Mazón y mientras esta semana se celebró la enésima manifestación contra el presidente de la Generalitat por la pésima gestión de la dana, una denuncia anónima a la oficina autonómica contra la corrupción de la Comunidad Valenciana acusó al comisionado del gobierno central para la reconstrucción de la zona de haber entrado en la Administración como funcionario con un currículum en el que falsificó una graduación que en 1985 aún no se cursaba en la universidad.
El PP, ese que no ha sido capaz de condenar la dictadura durante el medio siglo de democracia en el Congreso, es el mismo que se cabrea tanto cuando se habla del franquismo porque aduce que es cosa del pasado.
Pues la denuncia contra el comisionado ya dimitido del PSOE valenciano es por un asunto de hace justo 40 años. A los populares valencianos les ha venido muy bien sacar esta denuncia anónima ahora que ha acabado con la dimisión del susodicho para desviar la atención y poner una cortina de humo ante las andanzas de un tal Carlos Mazón, para el que todos piden la dimisión, excepto sus pelotas y colaboradores más aduladores y estrechos para no perder el pingüe sueldo.
Esto ha durado lo que ha durado porque rápidamente el asunto ha decaído tras la renuncia del comisionado. La derechona es tan corta que se llena la boca hablando de sanchismo sin darse cuenta de que está promoviendo a un presidente de gobierno que detesta hasta las trancas de manera irracional. Tanto que ya hay energúmenos y zoquetes que creen que el segundo apellido del presidente es compuesto: hijo de puta. Hasta ahí llega la obscenidad y la mala educación de una gente que paradójicamente se llama de orden cuando simplemente son patriotas de hojalata. Esta panda está comandada por los malcriados Tellado y Ayuso, esos dos hijos de la gran fruta.
No solo eso, sino que el bando mediático afín al PP insiste toda la semanas en repetir que si hoy se celebraran las elecciones la derecha y la ultraderecha conseguirían mayoría absoluta, según las encuestas que manejan. A pesar de que saben perfectamente que los sondeos son muy volubles y reversibles, e incluso muchas veces se equivocan. Y esto lo hacen al mismo tiempo que piden a Sanchez elecciones anticipadas.
Los pobres son tan cortos que no se dan cuenta de que una cosa excluye a la otra. Si el presidente tuviese la seguridad de que iba a perder las elecciones ahora, no las convocaría y esperaría hasta el final de legislatura porque aún quedan dos años ya que estamos en el ecuador.
La gente es muy olvidadiza y no tiene memoria. Ni histórica ni democrática ni reciente. Para la inmensa mayoría es más importante cómo va su economía que los casos de corrupción de los grandes partidos, como se ha demostrado repetidamente. Por no hablar de que en el fondo sería una competición a ver qué partido mayoritario es más corrupto.
No conozco a ningún presidente que sea tan tonto como para convocar elecciones cuando los sondeos le son desfavorables. Dicho de otra forma, como diría M. Rajoy: las proclamas y peticiones de la oposición son pura pantomima, puro teatro.
Además, el adelanto de elecciones solo compete al presidente del Gobierno, igual que la dimisión del fiscal general del Estado solo depende de él. Ni siquiera el Gobierno puede apartarlo del cargo si él no dimite voluntariamente.
Pues a pesar de eso, tenemos a una oposición tan ignorante y marciana que sigue repitiendo todos los días que el fiscal general debe dimitir y que, si no lo hace, Sánchez lo debe cesar. Ya te digo yo que son unos lumbreras. Es una oposición que no se ha estudiado mínimamente sus oposiciones. No aprobó en junio, por lo que tendrá que volver a presentarse en septiembre.
Feijóo es tan pusilánime que ha puesto a su muñeco Tellado a hablar por él. Aunque no es un buen ventrílocuo, a Tellado se le está poniendo cada día más cara de Rockefeller malcriado y faltón. Ya no lo aguanta ni los suyos.
El número dos del PP ensaya todas las noches en su casa frente al espejo el discurso que va a dar el día siguiente a los medios de comunicación, pero a pesar de todo es tan artificial, afectado y teatrero que siempre tiene que ayudarse de los papeles para leer, como le ocurre a Feijóo y también a Ayuso, a la que Miguel Ángel Rodríguez le dicta por el pinganillo lo que tiene que decir en cada momento.
La política que desarrolla el principal partido de la oposición es de chichinabo y propia de fruteros y verduleras. A Ayuso le gusta la fruta, pero a Tellado le encantan las berenjenas.
Cristóbal D. Peñate es periodista.
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