Desierto a la vista

El PSOE en Canarias debería estar reflexionando sobre cómo se le está cerrando el tablero. Poco a poco, está siendo esquinado. Y con éxito. Y no habrá candidatura estelar del ministro que lo pare. Por no mentar que la ola estatal irá en contra de Ferraz hasta que, al menos, no haya recambio a Pedro Sánchez. Pero en las islas el panorama que se otea en lontananza es el que es. Razón: el sistema electoral (sus reglas e inercias, que se retroalimentan mutuamente) juega un papel fundamental. A diferencia de 2015, cuando la crisis del bipartidismo y la irrupción de nuevas formaciones estatales, el acordeón parlamentario se está cerrando. Especialmente en la izquierda. Unidas Podemos ya no tiene ningún acta en la Cámara en Santa Cruz de Tenerife. Sumar ni está ni se le espera. Y NC, con suerte, tendrá que pelearlo hasta el último instante, podrá obtener un diputado por Gran Canaria (al margen del de Fuerteventura y Lanzarote). Así todo, le costará Dios y ayuda ese único representante a la izquierda canaria por la circunscripción capitalina.

Aun siendo el PSOE el más votado en 2027, como lo fue en 2023, no le servirá de nada. La bomba política interna que ha colocado CC en NC lo ha destrozado prácticamente todo; con clara incidencia en el archipiélago. Los cuadros baqueteados del PSOE en Canarias, los bregados en las sufridas trincheras de luchas pretéritas, los que conocieron la sapiencia de Jerónimo Saavedra y las veladas políticas en el domicilio de Augusto Brito, saben perfectamente de lo que hablo. Esto cada vez está teniendo un aroma más intenso de retorno a la década de los años noventa. A saber, CC ocupa el epicentro del sistema de partidos y escoge pretendiente (PP o PSOE) en función de las circunstancias o del capricho del momento.

Evidentemente, esta situación no se genera de la noche a la mañana. Todo comenzó con hacer desaparecer a Unidas Podemos para que en 2023 no se pudiera reditar el Pacto de las Flores. Sin los escaños ‘podemistas’, Casimiro Curbelo ya tenía el camino despejado para salirse de la ecuación de Ángel Víctor Torres. Incluso, una estructura nuevísima como Drago Canarias, sin ningún representante institucional aún en 2023, ni siquiera un solo edil, tuvo de repente micrófono en debates organizados por algún medio de comunicación en las islas. E igualaron, por arte de birlibirloque, a Drago Canarias con el resto de siglas. ¿Casualidades? Para nada.

¿Necesita CC recuperar peso orgánico en Gran Canaria? No necesariamente. Con hacer implosionar a NC le sobra, y lo ha logrado vía Gáldar. Así las cosas, el PSOE va camino de conformarse con ser segundo en el siguiente Gabinete de Fernando Clavijo (si el lagunero quiere, desde luego) o padecer un áspero tránsito en el desierto, similar a los de la época de Juan Carlos Alemán.