Román y Carmelo

Valor político tienen estos dos dirigentes para que salgan en tromba sus contrincantes a cuenta de que siguen en política. Claro, es que en la política no se retira ningún militante; los militantes no se jubilan. Si encima son cualificados, los llamados cuadros, como es el caso de Román Rodríguez y Carmelo Ramírez, lo suyo es que la organización aproveche ese capital (no hacerlo sería estúpido): y qué mejor que NC cuente con ellos en la dirección. Lo que ocurre aquí es otra cosa: como la renovación fue el pretexto para ejecutar la opa a NC y pactar después con CC, y este subterfugio ha decaído con el liderazgo naciente de Luis Campos, hace falta insuflar del modo que sea que Román y Carmelo siguen estando presentes. Evidentemente. ¿Qué esperaban?, ¿enviarlos a un gulag? La cuestión no es esa: la intención era anularles y mandarlos al ostracismo de la sociedad civil en aras de que NC fuese manejable, primero, y forzada a su desaparición, después. Y las organizaciones políticas que se precien a sí mismas, se defienden.

Por otro lado, los adversarios de NC no miden. Es decir, los alcaldes salientes (con cuerda cortada incluso en Guía para escenificar el divorcio y sobreactuar ante las cámaras) han repercutido un daño considerable en NC que no casa con este afán todavía de fastidiar con saña a NC. No es congruente. Dicho en plata, o las cuentas no les salen ya o temen algo peor: que se les ha ido el Cabildo de Gran Canaria de las manos. Y es frustrante: tres mandatos esforzándose día a día en la institución insular para que en 2027 pierdas la Presidencia por la que tantos méritos hicieron. 

Si tan convencidos están los regidores que se han ido de su andadura iniciada, dejen en paz a NC. Vayan a lo suyo. Si atacan a NC todavía están reflejando a la opinión pública de que han dado un paso en falso. No se preocupen, ya más daño político no pueden hacer. Aunque quedarán votantes en NC.

CC ya ha ganado, pase lo que pase. Es más, a CC le interesa que prosiga esta guerra en Gran Canaria entre estos dos partidos. Cuando Teodoro Sosa entra en combate contra Román y Carmelo, está mal asesorado pues (a estas alturas) está siendo instrumentalizado por CC, lo quiera o no. Me explico. Sosa tiene que pasar página e ir a lo suyo, pero no lo hace; y al no hacerlo, trabaja para terceros (CC) que, a su vez, están degradando al galdense. Por cada jornada que transcurra en la que Sosa siga anclado a qué pasa con NC, está perdiéndose a sí mismo. Por su propio bien, tiene que desconectar de NC y centrarse en su proyecto. De lo contrario, cuando toquen a la puerta de CC lo harán sin la fuerza negociadora que presumían y, por tanto, Fernando Clavijo les dará hasta donde estime pertinente (que será menos). Cambiar la Presidencia del Cabildo de Gran Canaria por una consejería en el Gobierno de Canarias no es buen negocio. Aunque eso ya es historia; a lo hecho, pecho.