Con la iglesia completamente abarrotada y un ambiente de profunda emoción, la imagen de la Virgen de Las Nieves descendió este sábado desde su altar hasta el camarín, marcando uno de los actos más esperados y conmovedores de las fiestas patronales de Lomo Magullo.

Desde mucho antes del inicio de la ceremonia, vecinos del barrio y devotos llegados de distintos puntos de la isla se concentraron dentro y fuera del templo para asistir a esta tradición cargada de fe, historia e identidad popular. Tal fue la afluencia de personas, que muchos siguieron el acto desde la calle, entre rezos, aplausos y lágrimas contenidas.

A medida que la imagen descendía, el silencio fue cediendo paso a una ola de vítores, lágrimas y aplausos, en un momento de comunión colectiva que volvió a confirmar la profunda devoción que despierta la Virgen en Lomo Magullo.

Música, palabra y sentimiento

La ceremonia fue realzada por las voces en directo de los hermanos Batista, contratenor y tenor, que ofrecieron una interpretación cargada de espiritualidad y sensibilidad, aportando solemnidad y emoción a cada instante.

La función litúrgica estuvo a cargo del párroco Ricardo Miranda, quien condujo el acto con cercanía y emoción, subrayando el papel central que esta bajada representa para la comunidad y la huella viva de una tradición que se mantiene intacta desde hace más de medio siglo.

Un símbolo más allá de la fe

La Virgen de Las Nieves es la única imagen mariana de Telde que realiza esta bajada anual desde los años 70, una singularidad que refuerza su vínculo con el pueblo. Además, ostenta el título de Alcaldesa Mayor de la Ciudad, lo que trasciende lo religioso para convertirse en un símbolo de unidad, arraigo y pertenencia.

El acto fue, una vez más, una muestra del latido unísono de un pueblo que, dentro y fuera del templo, mantiene viva su historia y su fe. Una noche donde Lomo Magullo volvió a demostrar que el amor por su patrona sigue tan fuerte como siempre.

Reportaje gráfico y videos de la Bajada de la Virgen en Lomo Magullo