
A lo largo de la historia la narrativa en cuanto a los silencios ha recorrido continentes, culturas y lenguas. Desde Sócrates a Platón; desde la India al pueblo árabe han sido muchos los proverbios que resaltan el silencio como virtud y que la palabra hablada debiera ser utilizada con sabiduría y discernimiento: “un proceso que se refiere a la capacidad de elegir entre dos opciones que se consideran buenas, pero que requieren una reflexión profunda y un análisis cuidadoso en el que buscas clarificar cuál de las dos opciones es la más acertada o conveniente”.
Se le atribuye tanto a Sócrates como a un proverbio árabe la expresión: “Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo digas, cállate”. Esto debería ser la máxima que guiara algunas intervenciones de nuestros representantes públicos, que actualmente ocupan la oposición en nuestra ciudad. En algunos pronunciamientos que nos afecta, hablan sin la reflexión previa, sin un examen crítico y sin escucha. En una retórica vacía que convierte los plenos en un cajón de resonancia donde no se escucha y eso hace imposible entender a tu interlocutor para abordar sin estridencias los posicionamientos políticos, pues los personales, te los ha guardado cuando asumes a quien o quienes representas.
En política, los silencios no son simples ausencias de palabras, sino herramientas cargadas de intención. Pueden ser tanto una forma de estrategia como un reflejo de debilidad. El silencio como táctica, lo usan algunos políticos que callan para no comprometerse con temas delicados o polarizantes. Mantener silencio sobre ciertos temas con el fin de generar expectativas que les permita manejar narrativas sin revelar cartas. Pero se me antoja que en muchos casos ese silencio es un síntoma de debilidad, la falta de argumentos se percibe como ignorancia o incapacidad. Ese silencio prolongado aleja a la base electoral, que espera respuestas o liderazgo.
La exposición en el pleno de temas que preocupan a sectores de la ciudadanía y que perciben, a priori, que podría ser la solución a sus demandas, se tropiezan con la estrategia de supervivencia que utiliza los grupos políticos para postularse como adalides de la verdad y defensa del pueblo. Dejando que su adversario fracase y asuman el costo político, si lo hubiere, antes de proponer alternativas que mejoren la vida de la ciudadanía, pues hay soluciones obvias a temas recurrentes que se plantean siempre en los plenos, rebacheo, acceso a expedientes, informes y así un largo etcétera de temas que se van trasladando de pleno a pleno.
Sin embargo, ante las decisiones de enjundia, que nos afecta, que se hacen con criterios políticos, llámese presupuestos, modificaciones parciales de los planes de actuación, PGU, encomiendas a Fomentas o Gestel, etc., que se hacen con una base ideológica, cuando, además se interfiere en las creencias populares dándole protagonismo a ciertos sectores para jugar con las emociones y la devoción, considero personalmente una manipulación política que nos retrotrae a los tiempos del “bajo palio”, reorientando la política municipal hacia un populismo que mueve masas y de camino nos cambia las prioridades de la ciudadanía, que nos sigue condenado a seguir siendo un pueblo grande en vez de una gran ciudad.
Ante todo lo que ocurre, el silencio como reflejo de incapacidad al no enmendar acciones, por no tener soluciones o respuestas reales a estos cambios que poco a poco va acampando en el subconsciente colectivo de la ciudad y nos convertiremos en súbditos de un gobierno municipal que ha ido tejiendo sus redes, sin una masa crítica que le conteste y les enfrente ante su propio espejo. Ese silencio en el principal grupo de la oposición que no es de sabiduría, sino que carece de un discurso sólido o propuesta viable, porque ese silencio evita exponer sus debilidades.
Gregorio Viera Vega fue concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Telde.
ALBERTO SANTANA | Lunes, 21 de Julio de 2025 a las 16:42:43 horas
Que bonito relato de la historia al principio...para luego mezclarlo con la politica.
Siempre la politica...No saben otra cosa...todo es mezclar para acabar en la politica.El sindrome esta.Ahora hacer reflexion en SILENCION
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