
En verano suceden cosas. No solo el aumento de las temperaturas. Tras las dos primeras semanas del mes en el que los vientos alisios han dado una tregua, ya el calor se siente y aprieta. La tarde del miércoles los termómetros señalaban 35 grados en Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana. La avenida de Canarias era casi un desierto, con solo algunos viandantes prestos a desafiar la climatología. Hay que evitarlo. Son jornadas para buscar la sombra, evitar las horas centrales del día y anidar con afán de oso polar en alguna cafetería largo y tendido, libro en mano, que disponga de aire acondicionado.
Justo hoy es 18 de julio. Un viernes de julio al que acudir al puesto de trabajo, otros harán lo propio con el asueto que ya disfrutan. Un 18 de julio pero de 1936 (fue un sábado) Francisco Franco y sus conmilitones protagonizaron un golpe de Estado contra la legalidad constitucional y democrática de la Segunda República. El golpe fracasó, especialmente en las grandes ciudades y zonas industriales, y devino en una larga y cruenta Guerra Civil: 1936-1939.
Así que brindo ya esa lectura posible para esta tarde en esa cafetería con aire acondicionado: ‘Las bicicletas son para el verano’, de Fernando Fernán Gómez. En realidad, es una obra de teatro. Da gusto leerla. Fue llevada al cine por Jaime Chávarri, en 1984; el ‘felipismo’ llevaba medio mandato en La Moncloa y aún relucía lozano, sin que todavía se despojara (metafóricamente) de la chaqueta de pana pues resonaba hasta el momento el eco de la triunfante noche electoral de octubre de 1982, cuando en el centro de Madrid resonaban las pitas de los coches y los gritos de los paisanos al volver un gobierno de izquierdas tras décadas desde la Segunda República.
Ese Madrid, pero de 1936, es el que retrata Fernando Fernán Gómez. El largometraje está muy bien, mas lean antes el texto. Una familia de clase media urbana, lo que se entendería entonces en plenos años treinta, es asestada por la inestabilidad de los acontecimientos y, poco a poco, se adentra en un ambiente asfixiante fruto de la batalla en la Ciudad Universitaria y los bombardeos sobre la capital. Madrid resiste. O lo hizo hasta 1939. ¡No pasarán! Entonaba la juventud con flores y libros en ristre mientras reinaba la alegría, los besos y el amor de la clase trabajadora que ensoñaba una revolución posible. Hoy toca arrostrar el calor, que no es poco.
javier burón monis | Viernes, 18 de Julio de 2025 a las 09:47:28 horas
Rafael, solo te 'sigo' en lo que la última frase representa. ¿A qué viene la Guerra Civil en estos momentos y hablar del año 2025, es cosa obvia. Pero, sí te aplaudo ese 18 de julio que otrora era festivo. Hoy en día nadie sabe qué se celebraba el 18 de julio. Mejor, para más tranquilidad y no 'remover' acontecimientos que nada tienen que ver con nuestro devenir. La casualidad hace que en este 2025, mi sobrina Adara y mi cuñado cumplan años, pero no 'celebran' el antiguo 18 de julio. Espero que como comentaba la última frase de tu artículo, Rafael, el 'calor' nos dé un respiro y la política también. Javier Burón.
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