Sin voto femenino

Una grieta demoscópica se ha abierto en la situación del PSOE, precaria ‘per se’. En concreto, hay una retirada del voto femenino hacia Pedro Sánchez. De tal modo, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) señala un descenso del 26,2% al 19,4% y la empresa 40dB (que suele elaborar los sondeos que publica el diario ‘El País’) advierte una caída del 25% al 21,1%. Justo en las últimas elecciones generales el voto de las mujeres fue decisivo, junto al de los catalanes, para que Sánchez salvase los muebles y pueda gobernar aunque no sea el más votado; legítimo pues nuestro sistema es parlamentario y no presidencialista. En 2023, Sánchez escapó por los pelos, amén del rechazo a la posible llegada de la ultraderecha al poder. Vox genera grandes dosis de temor en la sociedad; y esto precisamente fue lo que espoleó el arreón a favor del PSOE (subrayo, de mujeres y Cataluña) durante la campaña electoral de 2023, que destartaló las opciones de Alberto Núñez Feijóo.

Hace prácticamente un mes, Santos Cerdán se sentaba en su escaño en el Congreso de los Diputados y, no obstante, hoy está en prisión preventiva. Le asiste, desde luego, la presunción de inocencia, pero era el números dos del PSOE y, a efectos prácticos, mandamás en Ferraz. Eso políticamente se maneja muy mal; además, con el precedente similar o igual (supuestamente) de José Luis Ábalos.

Esto, más los audios de Koldo García, que delatan un PSOE de puterío y corrupción, deja un rebumbio que demoscópicamente habrá que sondear a la vuelta del verano; cuando la espuma de la cerveza baje, si es que baja pues también puede ocurrir que los escándalos prosigan. Calibrar este escenario, al calor de la crisis de Gobierno que se barrunta para dar entrada a nuevas caras, es complicado para Sánchez. El mismo que se recluyó en La Moncloa unos días para reflexionar, ¿ya sabía toda la putrefacción y el chusmerío que en el presente ya conoce la opinión pública?

El feminismo es una bandera del PSOE; especialmente desde la época de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero ese baluarte en este momento está resquebrajado para el centroizquierda. Difícilmente puede recobrar la confianza un líder que, cuando menos, no escogió correctamente a su equipo de máxima confianza en el aparato. Estos datos demoscópicos en torno al voto femenino que ya castiga al PSOE, es un serio aviso. Otro más si cabe.