
Falleció el padre de Yolanda Díaz. Suso Díaz fue un sindicalista histórico de Comisiones Obreras, proveniente de los astilleros, y llegó a ser en los años noventa secretario general territorial. La vicepresidenta y ministra de Trabajo no dejó de intervenir ayer en el pleno del Congreso de los Diputados. El asunto a tratar fue la corrupción que, medidas al margen, todo dependerá de si se van conociendo o no más presuntas corruptelas en torno al PSOE. Por eso el dilema de Díaz es cómo de cerca debe estar de Pedro Sánchez. En la Cámara Baja optó por ir de la mano del líder socialista y cerrar filas en el Gobierno de coalición. Era lo previsible. Habrá que esperar al veredicto ciudadano en las urnas, antes o después.![[Img #1017475]](https://teldeactualidad.com/upload/images/03_2024/967_rafael-foto-reducida-225.jpg)
La titular de la cartera de Trabajo ha mamado la cultura sindical en casa por la trayectoria de su padre y es una buena oradora. Sin embargo, Sumar nació como plataforma y no ha logrado consolidarse en los territorios. Ni siquiera en Galicia, su tierra natal. Todo esto ha ido acompasado de la guerra que tiene con Unidas Podemos y que hipoteca las opciones electorales futuras de la izquierda. Eso lo sabe Sánchez, Díaz y Unidas Podemos.
A estas alturas, Díaz quiere abandera la vertiente que representó la IU de Julio Anguita, siendo valedora de la importancia de Comisiones Obreras, y disputar el juego político dentro del sistema político nacido en la Transición, el del 78. No es el caso de Irene Montero, Ione Belarra y Pablo Iglesias, como figura áulica externa, que apuestan por la ruptura del modelo actual y bregar por un horizonte republicano. El detalle no es menor.
Los diferentes dirigentes de la izquierda a la izquierda del PSOE saben que deben sentarse a hablar y, por tanto, negociar. Pero nadie quiere dar el primer paso. A medida que se acerque la cita con las urnas, la presión aumentará. De momento, Sumar sostiene al PSOE; ¿tendrá coste para Díaz? Por su parte, la dirigencia de Unidas Podemos habla de legislatura finiquitada y adiós al bipartidismo; vía arriesgada mas les permite absorber votantes socialistas y de Sumar si prosigue la ola de la corrupción. Dos tácticas diferentes ante un contexto de debilidad parlamentaria. Que continúen unos y otros en este modo, será difícil pues el que no ceda sabe que la alternativa del PP tendrá alfombra roja. Algo que su público no respaldará. En fin, Díaz está tardando en visualizar un partido clásico en la izquierda, y eso conlleva reagrupar y evitar las divisiones.
























Olga Maria Rivero Santana | Jueves, 10 de Julio de 2025 a las 11:24:20 horas
Los "aparentes enfados" y "disgustos" que dicen tener "algunos" con todo éste lamentable espectáculo, ya sabemos “dónde los tienen...".
¿Se olvidan de dónde surgieron y lo que decían entonces? ¡No, ninguna "disyuntiva" sí fuera "REAL" su RECHAZO a toda esta BASURA y su COMPROMISO con la ciudadanía! ¡Pero se les "ha visto" y se "les ve EL PLUMERO A TODOS ELLOS y ELLAS, de lo que en verdad "les import"a"!
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