No era una noche cualquiera en el Teatro Juan Ramón Jiménez. Sobre el escenario, los estudiantes de la Escuela Municipal de Música, Danza y Teatro de Telde ofrecieron este martes un concierto de fin de curso que demostró que en la ciudad las nuevas generaciones pisan fuerte cuando se trata de talento y trabajo bien hecho.
Desde los primeros acordes, el público se dejó llevar, disfrutando de un repertorio cuidado y de las interpretaciones de estos jóvenes que, con disciplina y constancia, han convertido cada ensayo en un paso hacia este momento tan esperado.
En primera fila, madres, padres y abuelos miraban con orgullo cada gesto, cada compás, mientras los teléfonos móviles capturaban imágenes para el recuerdo. No faltaron sonrisas cómplices y algún aplauso adelantado, un reflejo de la alegría compartida en cada pieza.
El concejal de Cultura, Juan Martel, destacó que “estos estudiantes han pulido cada nota con dedicación y merecen el reconocimiento de toda Telde por el trabajo realizado”. Además, animó a la ciudadanía a seguir apoyando a la Escuela Municipal como semillero de arte y esfuerzo colectivo.
La cita cerró un curso lleno de aprendizaje y también de retos superados, dejando claro que en Telde la música crece al ritmo de su gente, con juventud decidida a seguir llenando de vida los escenarios locales.
Y así, con un público en pie aplaudiendo a quienes se atrevieron a compartir su pasión por la música, se cerró una noche de esas que se quedan grabadas, con la promesa de que el próximo curso seguirá trayendo más partituras y más talento al Teatro Juan Ramón Jiménez.
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