
La noche de San Juan volvió a iluminar el corazón de Telde con la magia de su tradicional hoguera. El barrio histórico y la zona próxima a los Siete Puentes del Barranco Real fueron testigos de una celebración única, donde miles de personas se dieron cita para darle la bienvenida al día grande del patrón de la ciudad, San Juan Bautista.
El momento más esperado llegó alrededor de las 22.00 horas, cuando los jugadores de la UD Telde, acompañados por el alcalde Juan Antonio Peña, encendieron la gran hoguera que alcanzó los cuatro metros de altura y cubrió una superficie de 360 metros cuadrados.
El fuego, alimentado por alrededor de 1.800 metros cúbicos de madera aportada por la ciudadanía, simbolizó la ilusión y los deseos de toda la comunidad, en un ritual cargado de tradición y simbolismo. La única incidencia fue que algunos de los fuegos artificiales que anunciaban el encendido de la hoguera salieron descontrolados.
La fiesta, que arrancó a las 21.30 en la Plaza de San Juan al ritmo de DJ Herrera, alcanzó su punto álgido cuando, tras la quema de la hoguera, los asistentes regresaron al casco histórico para continuar la celebración. El ambiente festivo estuvo marcado por la música en directo del grupo grancanario Cremita de Coco, que puso a bailar a un público entregado y formado por todas las edades.
Fuegos artificiales silenciosos
A medianoche, la magia alcanzó su clímax con un espectáculo de fuegos artificiales silenciosos que colorearon el cielo teldense. Esta apuesta, diseñada para garantizar que tanto personas como animales disfrutaran de la celebración sin sobresaltos, refleja el "firme compromiso del Ayuntamiento de Telde por una fiesta inclusiva, respetuosa y para todos", según precisaron desde la Institucion municipal.
La fiesta de la víspera de San Juan concluyó al son de la música de Acuarela, que puso la banda sonora a una noche marcada por la alegría y la convivencia ciudadana, preludio perfecto para recibir al patrón de la ciudad en un ambiente de devoción y cultura popular.
En Melenara, Los Mechones
A la gran fiesta de la hoguera de San Juan en Telde, donde la tradición y la música fueron las auténticas anfitrionas, se sumó un espectáculo cargado de magia, fuego y simbolismo junto al mar. Porque este lunes la ciudad no solo vibró en su casco histórico, sino que también llevó la magia de la Noche de San Juan al núcleo costero de Melenara, donde la playa y la brisa marina fueron testigos de un ritual que parece detener el tiempo.
Allí, en la playa de Salinetas, volvió a cobrar vida una de las citas más esperadas del año: la XVIII edición de Los Mechones de San Juan. Organizado por la asociación de vecinos Meclasa, este desfile rescata antiguas tradiciones marineras para convertirlas en un espectáculo lleno de simbolismo y misterio. Al filo de las 22.10 horas, la playa se iluminó con antorchas, la música de los 10 componentes de la Banda Las Palmas y un ambiente cargado de magia.
A la cabeza de la procesión, que partió del paseo marítimo de Salinetas en dirección hacia Melenara, un imponente trono con una figura diabólica de dos metros de altura abría camino al desfile, escoltado por portadores de antorchas que evocaban la ancestral relación de los pescadores con la noche y el mar.
El fuego de los mechones danzaba al ritmo de la batucada y una banda, mientras una corte de brujas y zombis acompañaba el espectáculo, sembrando una atmósfera divertida, casi fantástica, para un público entregado al embrujo de la noche.
Baño purificador
A lo largo de la noche, playas como Melenara, Salinetas o La Garita fueron testigo de un ritual tan antiguo como mágico: el baño purificador en el mar. Porque si el fuego quema lo viejo, el agua arrastra lo que ya no sirve para abrirle camino a lo nuevo.
Así, cientos de personas entraron al mar para cumplir con un viejo pacto con la vida. Algunos con sonrisa nerviosa, otros con actitud casi reverente, todos compartían un mismo propósito: cerrar un capítulo e iniciar otro bajo la luz de la luna y la espuma de las olas.
“Es un antes y un después, un bautismo para el alma”, contaba una bañista al salir del agua, empapada y emocionada. Porque esta no es solo una tradición, es un encuentro íntimo con la fuerza de la noche, con la magia de la playa y con la promesa de que, al salir del mar, uno renace más libre, más ligero, preparado para darle la bienvenida al verano y a la vida misma.
Así, Telde volvió a demostrar que la víspera de San Juan no es solo una celebración: es un encuentro con la memoria viva, donde la tradición marinera, la música, la magia y la comunidad tejen una experiencia única. Una noche donde la ciudad entera —de la costa al casco histórico— palpitó al unísono para darle la bienvenida al día de su patrón, rodeada de luz, fuego y espíritu festivo.
Reportaje gráfico de la Noche de San Juan en el casco histórico y en la costa
C.Santana | Miércoles, 25 de Junio de 2025 a las 09:51:38 horas
El mundo al revés, uno se queja por el ruido de los voladores ( que siempre han existido ) y otro porqué quiere que vuelvan los voladores ( Cómo siempre )
Decirle el sr.Neptuno que la AAVV está para todos los ciudadanos que quieran trabajar por el barrio y por sus fiestas .
Anímese usted y el próximo año haga la víspera de S.Juan y así seguro le hará un gran favor al presidente de la AAVV Meclasa .
Y así como usted dice no se politizan.
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