La ciudad de Telde volvió a rendir honores al Corpus Christi en una emotiva celebración que inundó de solemnidad y recogimiento las calles aledañas a la Parroquia de San Juan Bautista. El sol seguía iluminando la tarde teldense cuando, tras la misa presidida por el párroco Antonio Juan López González, la Custodia Eucarística abandonó el templo bajo palio, acompañada por los sones de la Banda Municipal de Música de Telde.
A su alrededor, un nutrido grupo de feligreses y de niñas de primera comunión participaron en un cortejo lleno de simbolismo y espiritualidad. El desfile religioso, marcado por la devoción y la reverencia, recorrió las calles del casco histórico, deteniéndose en varios altares instalados por la parroquia y los propios vecinos, que con flores y ornamentos recibieron al Santísimo.
Cada altar, cada estación en el camino, se convirtió en un punto de encuentro donde la espiritualidad y la tradición popular se fundieron para honrar al Corpus Christi, una de las fiestas más significativas del calendario litúrgico teldense.
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