Statistiche web
El tiempo - Tutiempo.net
695 692 764

Domingo, 28 de Septiembre de 2025

Actualizada Domingo, 28 de Septiembre de 2025 a las 10:54:43 horas

Primera Plana

El PSOE y el 78

Columna de Rafael Álvarez Gil

RAFAEL ÁLVAREZ GIL 2 Domingo, 22 de Junio de 2025 Tiempo de lectura: Actualizada Domingo, 22 de Junio de 2025 a las 07:10:14 horas

La corrupción en cualquier partido duele, es un chutazo al ensimismamiento en el electorado que solo le queda acogerse a un acto de rebeldía o a la resignación contumaz que es complicidad ante el agotamiento del sistema político. Pero es más dolorosa, la corrupción, si afecta al PSOE o al PP; a las formaciones dinásticas y sistémicas que sustentan la arquitectura constitucional de 1978 y son cimientos políticos esenciales. Evidentemente, la corrupción es detestable. Mas, subrayo, tiene un tono mayor si atañe a los actores principales. Esto es, el PSOE y PP (desde que sustituyó a AP, y antes sucumbiese la UCD en 1982), son los puntos cardinales que otorgan[Img #1017475] estabilidad (o no) al marco político que nos hemos dotado: que es sustancialmente bipartidista. Si en la Transición se diseñó unas reglas normativas y electorales que favorecieren el bipartidismo y, hoy, está en peligro, cabe concluir que más temprano que tarde carcome el relato de éxito del 78 y cuestiona su vigencia. Por eso si los socialistas o los populares cometen estos errores tremendos, hay un plus en la factura de cara a la opinión pública.

 

El PSOE ha sido fundamental para que operase con éxito el sistema nacido en la Transición. Esa socialdemocracia clásica que ha ungido prudencia sistémica y garantizado la alternancia en 1982 y 2004 (mediante las urnas) y en 2018 (vía moción de censura). Con todos sus errores, como con la corrupción ‘felipista’, la reconversión industrial que trituró a la clase obrera, los GAL y las torturas ochenteras de la Guardia Civil en el cuartel de Intxaurrondo, pero también con todos sus aciertos y avances.

 

Pues bien, este peso sociológico del PSOE es lo que ya está en severo riesgo de difuminarse. Y que ocurra, de repente, que el PP no tenga un espejo competidor al que mirarse y, por ende, competir. Si un partido sistémico desaparece, y es difícilmente reemplazable, no hay manera que el sistema del 78 que hemos conocido se mantenga.

 

Indudablemente, no se llega a esta crisis del PSOE de la noche a la mañana. Hay causas intrínsecas del ‘sanchismo’ y otras, digamos así, exógenas, como acontece con la crisis de la socialdemocracia que incurre en el Viejo Continente. A lo venido de fuera, a lo exterior, hay que añadirle y centrarse en las claves internas. El ‘sanchismo’ que recupera el control del PSOE tras ser desterrado por el aparato ‘felipista’, es el arranque motivador de lo que en 2025 conocemos a través de un partido descapitalizado en poco más de una década, sin cuadros y que actúa al compás de la urgencia que apela a la política; a diferencia de la estabilidad de hace dos o tres décadas, cuando nada era cuestionado, y de la que gozaron (mejor o peor) tanto Felipe González como José Luis Rodríguez Zapatero. Cuidado, esta tormenta en el PSOE puede tener consecuencias más allá de Ferraz.

(2)
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.130

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.