
La Gavia volvió a latir con fuerza esta tarde en un emotivo acto de homenaje a la profesora Adelina Flores Medina, referente insustituible de la educación pública en Telde y alma viva del barrio al que dedicó cuerpo, corazón y conocimiento durante más de dos décadas.
El evento, celebrado en el local social del barrio a partir de las 19.00 horas, fue promovido por la Escuela Unitaria de La Gavia —que hoy cuenta con 19 alumnos y está dirigida por Gabriela— y por los propios vecinos, que no quisieron dejar pasar la oportunidad de rendir tributo a quien consideran mucho más que una maestra: una madre pedagógica, una luchadora incansable y una parte imborrable de la identidad comunitaria.
Adelina, emocionada y rodeada de varias generaciones de antiguos alumnos, familias y compañeros, recibió el reconocimiento con humildad, ramo de flores en mano y palabras que conmovieron a todos los presentes: “Vine a La Gavia a enseñar y La Gavia me enseñó a mí”, dijo con voz firme y cálida. “La Gavia lo es todo para mí”.
El alcalde de Telde, Juan Antonio Peña, estuvo presente en el acto junto a representantes de la comunidad educativa, entre ellos Salvador Ramírez, coordinador del Colectivo de Escuelas Rurales (CER) Telde-Valsequillo. Peña destacó la figura de Adelina como “una mujer adelantada a su tiempo, que hizo de la educación una herramienta de transformación real y de su escuela, una casa de oportunidades”. A su lado, el concejal de Educación, Juan Pablo Rodríguez, compartió también el orgullo de acompañar a una figura que ha dejado huella en la historia del municipio.
El homenaje se completó con una exposición de fotos antiguas del barrio y de material escolar de los primeros años del funcionamiento de la escuela unitaria de La Gavia. Estuvo amenizado por un grupo musical.
Una trayectoria de entrega y pedagogía social
Nacida en Telde el 1 de mayo de 1939, Adelina Flores emprendió un camino vocacional en el mundo educativo que la llevó desde las aulas de las Teresianas y la Universidad Complutense de Madrid, hasta su ingreso en la Congregación de Dominicas Misioneras y, posteriormente, al ejercicio de una pedagogía liberadora en diversas islas. En 1977 solicitó su plaza en La Gavia, donde permanecería 23 años hasta su jubilación en el año 2000.
A su llegada, el colegio apenas contaba con dos aulas en condiciones precarias, ubicadas en lugares distintos del barranco. A base de lucha, gestión, compromiso comunitario y vocación pedagógica, consiguió transformar el centro en una instalación digna, moderna y abierta a la participación social, impulsando desde el APA hasta una escuela de padres, proyectos de alfabetización de adultos y jornadas metodológicas.
En 1999, el centro escolar pasó a llevar oficialmente su nombre: CEIP Profesora Adelina Flores Medina. En 2001, fue declarada Hija Predilecta de La Gavia, una distinción que, aunque simbólica, nunca fue tan cierta.
Más allá de la escuela
El padre de Adelina, Carmelo Flores, regentó la conocida farmacia de Los Llanos situada en la calle de Diego Ramos Galván, y ella misma nació en la Casa de León y Joven, en la misma plazade San Juan. Pero fue La Gavia quien la adoptó de por vida. Allí vivió, enseñó, lideró la creación de la asociación de vecinos y acompañó a la comunidad desde su saber, su fe en la educación y su ternura militante.
“Su presencia es y será la misma de siempre: la de una mujer con una misión clara y un corazón sin medida”, concluyó uno de los antiguos alumnos que tomó la palabra para dar las gracias, entre aplausos, lágrimas y sonrisas compartidas.
Reportaje gráfico del homenaje de La Gavia a la maestra jubilada Adelina Flores Medina
























M R. Caubin | Domingo, 22 de Junio de 2025 a las 14:44:54 horas
Doy fe de que Adelina Flores es una gran mujer. Una mujer de bandera. Me alegra enormemente que haya podido disfrutar con toda esa gente a quien dedicó su vida,de este merecido homenaje. A mí me ha encantado y emocionado verla tan feliz.
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