
Cuando el calendario se acerca al 24 de junio, la ciudad de Telde se prepara para honrar a su patrono, San Juan Bautista, una figura que no solo da nombre al casco fundacional de la ciudad, sino que representa el origen espiritual, histórico y cultural de este municipio. Así ha sido desde tiempos inmemoriales, y así debería seguir reconociéndose con la claridad que la historia impone y que la verdad exige.
Sin embargo, en los últimos años se ha venido extendiendo —por ignorancia, por descuido o por intereses difusos— la errónea afirmación de que San Juan Bautista es copatrono de la ciudad. Una declaración inexacta, sin respaldo histórico ni eclesiástico, que desafía no solo el rigor documental sino también el sentido común institucional.
El copatrono de Telde, si se quiere, es San Gregorio Taumaturgo, y así consta en la tradición religiosa reciente de la ciudad. Afirmar que San Juan es copatrono implica desplazarlo de su lugar legítimo, confundiendo a la ciudadanía y empobreciendo el relato identitario de un municipio con más de cinco siglos de historia.
No se trata de un debate menor ni de una disputa semántica: se trata de proteger la verdad histórica frente a la falsedad repetida. Porque cuando un error se enuncia demasiadas veces, corre el riesgo de convertirse en una supuesta verdad. Y si desde las instituciones, los colectivos sociales o los medios de comunicación se da pábulo a esa confusión, se contribuye a debilitar el legado cultural que da sentido a nuestras fiestas, a nuestros barrios y a nuestra propia configuración cívica.
La imagen de San Juan preside el corazón histórico de la ciudad, y las fiestas que se celebran en su honor no son un simple evento estival: son el reflejo de la devoción, la identidad y la memoria de generaciones de teldenses que han crecido sabiendo que, antes que ninguna otra figura, el patrono es y ha sido siempre San Juan Bautista.
Insistimos: San Juan no es copatrono; es el patrono único de Telde. Y recordarlo, ahora que se acerca su festividad, no es solo un acto de precisión, sino un deber de justicia con la historia.
Porque honrar a San Juan es también honrar la verdad. Y en los tiempos que corren, eso ya es una forma de resistencia.
Carmelo J. Ojeda Rodríguez es catedrático de Geografía e Historia. Es director de TELDEACTUALIDAD y VALSEQUILLOACTUALIDAD, fue redactor durante 20 años de Canarias7 en Telde y posee un Máster en Comunicación y Periodismo Digital.
Ciudadano de San Gregorio | Domingo, 22 de Junio de 2025 a las 18:30:58 horas
El barrio de San Juan tiene demasiadas zonas públicas abandonadas, por ejemplo la plaza encima del aparcamiento, o la placetilla de abajo , donde todavía persiste desde los años 60 un estanque abandonado y donde debería existir una plaza, o el parque San Juan en deterioro permanente. Están bien las placas pero mejor las plazas.
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