
Lo normal sería que Pedro Sánchez dimitiese o, al menos, produjera el relevo en el PSOE a la par que proyecta elecciones generales. Otro tanto, o similar, tuvo que hacer Mariano Rajoy con los ‘papeles de Bárcenas’ y, sin embargo, no lo hizo. Se encastilló. Y el PP lo pagó caro en diciembre de 2015 en las urnas, al bajar considerablemente en escaños y perder la mayoría absoluta de 2011. Huelga decir que el PSOE hoy está por debajo de Rajoy en su primer mandato. Con todo, es evidente que se estila el hábito de enfrascarse en La Moncloa, no dimitir y resistir a ver si vienen tiempos mejores.
Sería paradójico que la supervivencia ‘monclovita’ de Sánchez fuese gracias a la oportunidad de Carles Puigdemont de ser imprescindible en términos parlamentarios. A este no le interesa nuevos comicios. No obstante, es probable que esto se dé. Es decir, que sea ahora Junts (por interés propio, claro está) el que permita algo de aire al ‘sanchismo’ y, finalmente, se desmorone el PSOE (tal como lo hemos conocido como partido dinástico y sistémico). ¿De qué vale uno o dos años más de Sánchez en el poder si luego el PSOE se desmantela electoralmente?
Si Sánchez sabía de la baja estofa y supuesta corrupción a mansalva de José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García, es partícipe presidencial por omisión. Hay una responsabilidad política (no penal) que asumir. Dicho en plata, estamos hablando de la cuadrilla que aupó a Sánchez al poder en Ferraz con el Peugeot 407 en contra del aparato ‘felipista’ y los medios de comunicación afines. En realidad, aquello fue una proeza, puro ‘trumpismo’ adelantado, aunque no fuese bueno. Y el transcurso de los años da la razón. El motivo por el que Sánchez tumbó a Rajoy con una moción de censura en 2018 era el alegato en contra de la corrupción y a favor de la regeneración. Pues bien, el ‘sanchismo’ ha hecho lo mismo que denunciaba entonces.
Por otro lado, si Sánchez no lo sabía, es una señal clara de inoperancia. Estamos hablando de los dos secretario de Organización suyos: Ábalos y Cerdán. En el caso de Ábalos fue, incluso, titular del Ministerio de Fomento/Transportes. Hay mucho dinero ahí. De hecho, es lo que (aparentemente) les ha permitido hacer lo que han hecho. En todo caso, lo conociera o no Sánchez, es su equipo de confianza. Son las personas en las que se arropó cuando estaba en sus peores momentos. El ‘sanchismo’ está electoralmente finiquitado. Y si sobrevive, una vez más, ya sería a costa de cargarse el PSOE; lo que queda de esa marca que ya desconectó de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero cuando el propio Sánchez sentenció que había un ‘nuevo’ y un ‘viejo’ PSOE. Un partido sin cuadros, un ascenso suyo al poder que se columpió en promover el enfrentamiento torticero de la militancia contra los cuadros y las direcciones territoriales. Es el principio del fin.
ALBERTO SANTANA | Domingo, 15 de Junio de 2025 a las 20:58:28 horas
A ver rafa...q no te enteras elcciones en 2027,salvo que las convoque antes el Presidente. A si todo se ha apartado las manzanas podridas del partido.Dicho esto, turismo,empleo ,educacion asuntos sociales PENSIONES,beneficios para trabajadores.Impuesto a la banca,electricas,a los millonarios,...argumentos de CONTRAPESO.POLITICAS EN BENEFICIOS DE LOS MAS NECESITADOS.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder