La Casa-Museo León y Castillo de Telde acogió el pasado 4 de junio la conferencia Trazos y recuerdos: firmas, dibujos y fotografías en el fondo documental Presentación Suárez de la Vega a cargo del investigador y técnico de museos Juan Ismael Santana Ramírez.
Crónica del acto
por Jesús Ruiz
En numerosas ocasiones tratamos de mirar el pasado echando mano de uno de los recursos que testimonian el haber sido protagonistas o participar de las experiencias vitales que forman parte de nuestro bagaje histórico o vital, una de esas miradas reconducidas por la memoria se vuelca sobre las fotografías, cartas, tarjetas, postales, firmas o frases que sobre alguna servilleta o mantel ocasionalmente fue necesario utilizar y las depositamos en el fondo del bolso hasta que determinamos su ubicación final. Con toda esta documentación formamos un archivo personal desde el que contemplamos el tiempo y a nosotros mismos.
El Día Internacional de los Archivos se gestó en 2004 en el Congreso Internacional de Archivos celebrado en Viena y el 9 de junio de 1948 se creó el Consejo Internacional de Archivos dependiente de la UNESCO, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. El texto para la Declaración Universal sobre los Archivos aprobada en la Asamblea General del Congreso Internacional de Archivos, celebrado en Oslo en septiembre de 2010, declara:
“Los archivos custodian decisiones, actuaciones y memoria. Los archivos conservan un patrimonio único e irremplazable que se transmite de generación en generación. Los documentos son gestionados en los archivos desde su origen para preservar su valor y su significado. Los documentos son fuentes fiables de información que garantizan la seguridad y la transparencia de las actuaciones administrativas. Juegan un papel esencial en el desarrollo de la sociedad contribuyendo a la constitución y salvaguarda de la memoria individual y colectiva. El libre acceso a los archivos enriquece nuestro conocimiento de la sociedad, promueve la democracia, protege los derechos de los ciudadanos y mejora la calidad de vida”.
Con motivo de celebrarse el Día Internacional de los Archivos, acuerdo que desde 2008 el Consejo Internacional de los Archivos (International Council on Archives ICA), intenta sensibilizar a la sociedad sobre el valor único que tienen los archivos, dirigido a los sectores públicos y privados, la necesidad de resguardar los archivos y facilitar el acceso a ellos. A las autoridades públicas, los beneficios de contar con un registro documental eficaz para el buen gobierno. Al público en general, la importancia de los archivos.
El miércoles 4 de junio en la Casa Museo León y Castillo de Telde, que dirige José Alejandro Díaz Hernández, institución dependiente de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, con la asistencia del director general de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Serafín Sánchez Cabrera, se impartió la conferencia “Trazos y Recuerdos: Firmas, Dibujos y Fotografías en el Fondo Presentación Suárez de la Vega”, por el técnico de museos, bibliotecario y archivista de la Casa Museo León y Castillo, Juan Ismael Santana Ramírez, que ha realizado un exhaustivo trabajo de investigación documental, información cedida por sus descendientes y de las entrevistas que dio en medios de comunicación, revistas de la época.
Conferencia que giró en torno a la personalidad de Presentación Suárez de la Vega, que desde su afición al coleccionismo y de una manera humilde, altruista, de carácter generoso, paciente, tenaz y minucioso supo granjearse numerosas amistades, fumando siempre su inseparable habano. Nace en el Risco de San Roque de Las Palmas de Gran Canaria en 1883. Desde muy joven se sintió atraído por las tarjetas postales y los libros que devoraba con pasión adquiriendo unos conocimientos envidiables. Contrae matrimonio con Pino Rodríguez Sánchez y en los años 40 se traslada con sus diez hijos a la barriada de Schamann. Fallece en 1967 a la edad de 84 años.
Él mismo confesó que no hizo más en su vida que leer, de hecho, en 1915 fue designado Bibliotecario del Centro Esperantista de las Palmas y posteriormente socio de número de la Sociedad Científica el Museo Canario, colaborador en el Diario de Las Palmas y asiduo a eventos musicales y culturales. Obtuvo su primer empleo como funcionario en el Cabildo Insular de Gran Canaria. Trabajo complementado con el de agente de tránsitos en el Puerto de La Luz, para posteriormente, en 1923, ingresar en el Cuerpo de Correos como cartero hasta su jubilación en 1943.
Su afición se inclina por el coleccionismo de autógrafos por 1900, cuando contaba 17 años, como una manera de tener personalmente un pequeño pedazo de la realidad, bien captada por las cámaras o a través de dedicatorias manuscritas de personajes célebres. Siguió la costumbre decimonónica de coleccionar textos manuscritos dedicados de personajes relevantes con un carácter conmemorativo y de recopilación. La primera firma en conseguir fue la del escritor Benito Pérez Galdós. A éste le seguirán infinidad de tarjetas postales tan de moda en el cambio de siglo y por la correspondencia cotidiana, retratos autografiados de papas, políticos, diplomáticos, militares, literatos, artistas, actores, cantantes líricos, músicos o científicos entre otros muchos.
Poco a poco su colección fue creciendo, añadiendo fotografías, manuscritos, dibujos y libros de temas canarios y literatura española. Presentación Suárez en su afán por obtener autógrafos recababa información a través de periódicos, revistas, enciclopedias y contactos realizando una lista previa de personajes relevantes en el mundo. Enviando una carta por correo ordinario que incluía una petición escrita o impresa, una cartulina en blanco o impresa con su nombre para la firma y un sobre franqueado cuando el personaje era español.
Llegó a recibir cartas no sólo en sus domicilios del barrio de San Roque o de Schamann, sino también en la redacción del Diario de Las Palmas, el Museo Canario o la Litografía de Martínez y Franchy. Al recibirse contestación favorable, Suárez de la Vega insertaba el autógrafo correspondiente en el álbum establecido y en su reverso, a veces, se adjuntaba una reseña a lápiz o recorte periodístico del personaje en cuestión que ha facilitado la identificación posterior.
La colección poco a poco fue en aumento hasta adquirir una proporción considerable. En 1950 el autor estimaba en unos 11.000 los autógrafos. Piensa en crear un Museo de Autógrafos, en que:
“se le facilitase un local adecuado para la instalación de un museo de autógrafos y que las cantidades que se recaudasen por la entrada de los visitantes pasen a engrosar los ingresos de mi familia. Las Palmas de Gran Canaria es ya una gran ciudad y son miles los turistas que casi a diario nos visitan. No dudo que ese ingreso sería una buena ayuda para mi familia”. Tuvo un deseo expreso: “Dejar al morir una de las mejores colecciones del mundo. Es la única cosa de valor que podré dejar a los míos”. Tras el fallecimiento sus familiares intentaron hacer realidad su deseo, contactar con el Cabildo de Gran Canaria para proveer su venta. En 1975 se deposita la colección en la Casa de Colón.
Juan Ismael en su amplia exposición del proceso de investigación, recaba información ante el innumerable legado documental en su proceso de catalogación, análisis de contenidos, clasificaciones en base a la tipología documental, principio de procedencia y respeto al orden original se procede al cuadro de clasificación del fondo por: 1. Personal. 2. Álbumes de autógrafos (Autógrafos manuscritos y autógrafos fotográficos). 3. Correspondencia (Correspondencia recibida y correspondencia enviada). 4. Dibujos, caricaturas y viñetas. 5. Impresos y papelería.
En las numerosas firmas registradas de autoridades, intelectuales, personalidades diversas que se muestran en las proyecciones, entre otras, con sus correspondientes dedicatorias manuscritas figuran las de: La abogada, escritora, política y defensora de los derechos de la mujer, Clara Campoamor. El periodista y político valenciano, Luis Morote y Greus. Dolores Ibárruri Gómez, política española dirigente del Partido Comunista de España.
Franklin Delano Roosevelt, presidente de los Estados Unidos. El militar japonés, jefe de Estado Mayor, Gaishi Nagaoka. El marino y político japonés, almirante de la Armada imperial japonesa, Isoroku Yamamoto. El ingeniero grancanario Juan León y Castillo. Alexandra Kollontai, política soviética. El cantante de ópera barítono español nacido en Las Palmas de Gran Canaria, Néstor de la Torre Comminges. Compositores como Manuel de Falla, el catalán José María Tarridas, autor del pasodoble Islas Canarias, Giacomo Puccini, etc.
En la conclusión se establece el compromiso de la Casa Museo León y Castillo por custodiar y difundir sus fondos documentales. Entre ellos el atesorado por un humilde coleccionista, pero inmensamente rico. Rico en recuerdos, evocaciones y nostalgias. No viajó a lejanos países, no visitó extrañas tierras, limitado por sus circunstancias a su isla y el Puerto de La Luz. Sus autógrafos de extraordinario valor, nos dejan ver de cara al pasado, a los hombres y mujeres más destacados de finales del siglo XIX y principios del XX, que contribuyeron a crear un mundo mejor.
Enhorabuena por este trabajo de recopilación e investigación gracias a la labor de Juan Ismael Santana y colaboradores por permitirnos con la mirada pasearnos por la historia local y foránea de finales del siglo XIX y principios del XX de la mano y archivos de un coleccionista como lo fue Presentación Suárez de la Vega y su legado documental de personajes que marcaron un avance de progreso cultural en la sociedad. Gracias.
Jesús Ruiz Mesa es colaborador cultural de TELDEACTUALIDAD.





























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